El cuento habla sobre El Circo Calcetín, donde había cinco equilibristas con trajes celestes que daban saltos y volteretas. Luego venían los payasos disfrazados de avestruces que hacían reír a todos con sus chistes y piruetas. El acto terminaba con el domador de peces, que hacía volar los peces a través de un aro y luego los devolvía a su recipiente con agua.