Cuentacuentos VIOLENCIA DE GÉNERO barba azulmontsedomg
Trabajamos la violencia de género a través del cuento clásico de Barba Azul de Charles Perrault...utilizando las TIC mediante esta presentación y registrando las opiniones de los niñ@s en el blog de nuestro Centro Guadalinfo de Cazalilla.
No other transport mode costs so little, yet produces so
many positive externalities as cycling does: improved
physical and mental health, reduced air and noise pollution,
low demand on scarce (urban) space, a small carbon
footprint, reduced fuel dependency etc. Investing in
sustainable transport modes, at the expense of car use, is not only good for the environment and quality of life, it can also give a significant boost to the economy.
Cuentacuentos VIOLENCIA DE GÉNERO barba azulmontsedomg
Trabajamos la violencia de género a través del cuento clásico de Barba Azul de Charles Perrault...utilizando las TIC mediante esta presentación y registrando las opiniones de los niñ@s en el blog de nuestro Centro Guadalinfo de Cazalilla.
No other transport mode costs so little, yet produces so
many positive externalities as cycling does: improved
physical and mental health, reduced air and noise pollution,
low demand on scarce (urban) space, a small carbon
footprint, reduced fuel dependency etc. Investing in
sustainable transport modes, at the expense of car use, is not only good for the environment and quality of life, it can also give a significant boost to the economy.
Diario epistolar de mis andanzas en Cuautla, amores con mis vecinas y demis vecinas, comentrios sobre personajes de la politica, televison, etc. las opiniones de mis amigos sobre mis opiniones.
Familly Killer 2, ya íbamos entrenando y las grapas casi se ponían solas.
Sin cubiertas, claro. Creado con motivo de la celebración del Reto Fancine 2010.
Bienvenidos al mundo de Marcos, un miope emocional de veinticinco años, un cínico retorcido y egoísta, un retrasado social. Lo único que hace bien es pensar y obsesionarse por encontrar el amor verdadero. Cansado de sí mismo, su vida da un vuelco el día que se embarca en su mayor excentricidad: encontrar a Raquel; su amor platónico de la adolescencia.
Entre carcajadas, acompañamos a Marcos en esta accidentada odisea, incapaces de separarnos de él. Porque aunque es totalmente detestable, Marcos también es terriblemente humano; una versión deformada de nosotros mismos, una víctima de sus miedos y sus defectos, un aspirante fracasado a la felicidad.
'Semana' entrevista a Fidel Egas Grijalva, presidente de Banco Pichinchajblopez33
María Josefa Coronel entrevista en 'Semana' al máximo responsable de Banco Pichincha, Fidel Egas Grijalva, que habla de temas profesionales y aspectos personales de su vida.
Banco Pichincha Colombia logra exitosa venta de bonos de renta fijajblopez33
Banco Pichincha Colombia, filial de Banco Pichincha C.A. de Ecuador que preside Fidel Egas, realizó con gran éxito su primera emisión de bonos ordinarios por un valor de 200 mil millones de pesos colombianos que equivalen a noventa y ocho millones setecientos mil dólares.
Banco Pichincha inicia operaciones en Colombiajblopez33
Información del año 2011 que detalla el inicio de actividades de Banco Pichincha, entidad con origen en Ecuador y que pertenece al grupo que preside Fidel Egas, en el mercado colombiano.
Banco Pichincha de Colombia anuncia colocación de BOCEASjblopez33
Banco Pichincha de Colombia, que pertenece al Grupo Banco Pichincha que preside Fidel Egas, anuncia colocación de bonos obligatoriamente convertibles en acciones ordinarias (BOCEAS).
Banco Pichincha: Nuevas normas sobre cheques en Ecuador jblopez33
Banco Pichincha, entidad ecuatoriana que preside Fidel Egas, explica gráficamente cómo se cumplimentan los cheques según la nueva normativa vigente en Ecuador.
Información de Gobierno Corporativo Banco Pichincha (diciembre 2013)jblopez33
Información de Banco Pichincha, que preside Fidel Egas, sobre Gobierno Corporativo, para las instituciones del sistema financiero, para difundir a través de la página web institucional y para remitir a la Superintendencia de Bancos y Seguros para las Instituciones del Sistema Financiero.
Banco Pichincha -Informe anual y memoria de sostenibilidad 2012jblopez33
Banco Pichincha, presidido por Fidel Egas, presenta el Informe Anual y Memoria de Sostenibilidad 2012.
Banco Pichincha, presided by Fidel Egas, presents the Annual Report and Memory of Sustainability 2012.
Banco Pichincha - Informe Anual y Memoria de Sostenibilidad 2013jblopez33
Banco Pichincha, presidido por Fidel Egas, presenta el Informe Anual y Memoria de Sostenibilidad 2013.
Banco Pichincha, presided by Fidel Egas, presents the Annual Report and Memory of Sustainability 2013
EL MERCADO LABORAL EN EL SEMESTRE EUROPEO. COMPARATIVA.ManfredNolte
Hoy repasaremos a uña de caballo otro reciente documento de la Comisión (SWD-2024) que lleva por título ‘Análisis de países sobre la convergencia social en línea con las características del Marco de Convergencia Social (SCF)’.
“La teoría de la producción sostiene que en un proceso productivo que se caracteriza por tener factores fijos (corto plazo), al aumentar el uso del factor variable, a partir de cierta tasa de producción
EVA_Semana 10 (1).pptx evalucacion de proyectos de inversion privada
Fidel Egas y la tarjeta diners
1. SoHo 41
lices, trabajábamos mucho y estába-
mos terminando nuestra casa. Pero
cuando tenía ocho meses de embara-
zo, volvieron las visitas. Lo recuerdo
muy bien, fue un domingo en la ma-
ñana, buscaban a mi esposo para que
pagara el dinero que les debíamos. Él
no estaba, pero cuando volvió le conté
lo ocurrido. Mi esposo se molestó y
fue a presentarse junto con mi cuñado
a la base, para arreglar el pago. Pensá-
bamos vender algo de nuestra tierra.
Le pedí que no se presentara, pero no
me hizo caso.
Bajé al pueblo en el carro de
mi suegro. Escuchamos que había dos
muchachos muertos arriba. Mi cora-
zón me decía que era él. Lo habían
arrodillado delante de todo el pueblo y
lo mataron. Dijeron que era un ejem-
plo para que se viera que con ellos no
se jugaba. Cuando llegué, Pablo sólo
movía una pierna, le pegaron dos dis-
paros en la cabeza. Lo cogí en mis bra-
zos, ya estaba muerto. Estuve en la
morgue con él hasta pasada la noche.
Mi Pilar tiene ahora dos
años y medio. Yo no quería que nacie-
ra, quería morirme con todo y niña
adentro. Apenas nació, vine con ella a
Quito. Me recibió una señora, y ya voy
a completar tres años trabajando en
su casa. Vivo con una familia que vale
oro. Quito es tranquilo, como la mor-
gue... es silencioso, no hay ruido.
Cuando estuve con Pablo en la mor-
gue, el silencio era tan grande que nos
envolvía como una sábana. No quería
salir de ahí. Y no quiero salir de aquí.
Hay días en que no aguanto... de re-
cordar quiero matarme... pero miro a
Pilar y eso me hace salir adelante.
No puedo borrar nada de lo
que he visto, es una herida difícil de
sanar. No quería vivir sin Pablo, y de
alguna manera siento que él no me ha
dejado. Pilar se le parece tanto... Re-
cuerdo que yo no quería verla cuando
nació. La vi a los tres días, y encontré
a Pablo en su cara. Se parece en todo a
su padre, es como él, es mi vida.
A mis 25 años, sueño con
darle lo mejor a Pilar. Los sueños
cambian tanto como la vida. Ahora
que miro atrás, me pregunto por qué
no escapamos antes... mis hermanos
estarían ahora conmigo. Viviría en
cualquier hueco con Pablo. Pero uno
no se puede arrepentir por lo que no
se hizo, todo pasó.
Perdí mi
tarjeta Diners
momentos difíciles
POR FIDEL EGAS
–¡M&%$mm&%MM,
otra vez perdí la tarjeta… ¿Dónde
diablos estuve anoche?
A ver, a ver, la charla estuvo anima-
da en el Rincón de Francia, a donde
fui a comer con el Wilson y el Mi-
guel, pero aquí tengo el voucher, si se
hubiera quedado allí ya me habrían
llamado, o sea que en el restaurante
no fue. Luego estuve donde el Juan
Paredes, pero allá estaba tan repleto
que decidimos buscar otro lugar
donde proseguir la charla, pero ter-
minamos aquí. No sé dónde diablos
la puse.
Entonces decidí llamarle a la Patsy,
mi secretaria de siempre, para que
reporte la pérdida, pero ella había
tenido una pequeña emergencia fa-
miliar y no había ido a la oficina. Co-
sa rara, porque es tan eficiente que
nunca tiene emergencias familiares,
faltaba más. Pero ese día sí tuvo. Así
que por primera vez en muchos
años, decidí que lo mejor era repor-
tar perdida la tarjeta Diners para
que no fuera a ocurrir nada grave.
De manera que tomé el teléfono,
pero me di cuenta de que no sabía
el número, así que lo busqué en la
guía y llamé… La primera erizada
de pelos (que no tengo) ocurrió al
terminar de marcar, sonar el ring-
ring correspondiente y escuchar la
voz metálica e impersonal de una
grabadora:
– Bienvenido a Diners Club del
Ecuador. Si usted conoce el número
de la extensión (‘¿cómo voy a saber?,
nunca llamo…’) digite 1; si desea co-
municarse con establecimientos
(‘claro que no…, ¿para qué quiero es-
tablecimientos?’), digite 2; si desea
comunicarse con Cobranzas (‘por
supuesto que no, no voy a pagar’),
digite 3; si necesita una ampliación
del cupo (‘eso tampoco quiero’), di-
gite 4. O espere que una operadora
lo atenderá.
‘Lo atenderá’ es una promesa más o
menos virtual, nada parecida a la
realidad. Al vigésimo quinto tim-
brazo y la cuarta erizada de pelos,
una voz femenina y fría anunció:
– Diners Club, ¿en qué le puedo ser-
vir?
-Señorita, perdí mi tarjeta y quiero
reportar, soy Fid…
-Lo comunico, no cuelgue.
‘Lo comunico’ es también otra pro-
mesa de no muy exacto cumpli-
miento. Tras otros veinte timbrazos
(los pelos, ya saben…), otra voz fe-
menina idéntica pero más fría aulló
por la bocina:
-Financiero, a la orden.
-Señorita, quiero reportar la pérdida
de mi tarjeta, soy Fid…
-No es aquí señor, lo comunicaron
mal, le paso al conmutador.
-Señorita, soy …
Nada qué hacer. La llamada regresó
al conmutador, donde la primera se-
ñorita (‘esta me va a oír, ¿cómo me
comunica mal?’) vuelve a dejar es-
cuchar su gélida voz, no sin que an-
tes le hubiera dicho a alguien a su la-
do, con voz casi de melcocha. ‘No se-
rás malita, ve, saludárasle en mi
nombre, dile que no sea ingrato, que
me llame’, luego de lo cual:
–Aló, Diners Club…
–Vea señorita, me comunicó mal,
soy Fid…
–¿A dónde quiere hablar?
–…el Egas y necesito reportar mi
tarjeta perdida…
–¿Quién? No le escucho bien… Es-
pere un momento, no corte.
Sssssssssssssssssilencio en la boci-
na.
Tres minutos más tarde, la voz vuel-
ve a sonar:
–Sí, dígame.
–Señorita (‘a esta la despido ya mis-
mo si me vuelve a pasar mal’), quie-
ro reportar mi tarjeta perdida, soy
Fid…
-¿Y por qué no lo dijo antes? Ya le
pongo…
Bueno, fueron otros veinte timbra-
zos, dos señoritas más que no en-
tendían por qué yo estaba tan bravo.
Pero después de semejante vía cru-
cis telefónico, decidí que la tarjeta
bien podía quedarse perdida por un
día.
-Mañana que Patsy arregle esta vai-
na. Y si tengo que salir a comer, pa-
go conVISA.