El mago está encarcelado y le cuenta a su compañero de celda Walter la historia de cómo terminó allí. Realizó un truco para un hombre misterioso llamado Ellison que quería desaparecer para escapar de la mafia a la que le debía dinero. A cambio, Ellison le ofreció dos millones de dólares. El mago ideó un truco en el que Ellison desaparecería durante una función sin dejar rastro. Sin embargo, al final fue acusado de asesinato.
He aquí lo que sería el inicio de "Mi cuerpo en tus Labios" pero fue descartada. Este fue la primera historia que escribí, la rechacé y empecé a escribir otra versión que he de publicar. ¿Me dejan su opinión? ¿Cuál versión les ha gustado?
SINOPSIS
Katherine Ferrer es una chica de 28 años cuya profesión es escritora; ha publicado libros con base a investigaciones de la vida de los famosos. Es muy exitosa. Y en la primavera de 1990, su jefe le pide que investigue la vida de Michael Jackson. Después de varias llamadas insistiendo una entrevista con el legendario Rey del Pop, se presenta su oportunidad…
Katherine nunca se imaginó que llegaría a conocer profundamente al artista: En el lado Romántico – Erótico.
Y nunca se imaginó que este hombre fuera increíblemente caliente con una apariencia inocente. Katherine se encuentra confundida ya que su vida está llena de misterio, tendrá que elegir entre dos chicos: éste hombre guapo, caliente, sexy, romántico y exitoso, y su novio guapo, que… bueno, se queda pobre comparado con Michael, pero del que se ha enamorado por primera vez.
Una historia llena de pasión, sexo, deseo, lujuria, pecado, con un toque de comedia; que te hará sentir como en la historia y que perdurará en tu memoria.
¿Es pecado tener sexo hasta el anochecer, del anochecer hasta el amanecer? Porque si es así…. Katherine Ferrer estará pecando. Todos. Los. Días.
He aquí lo que sería el inicio de "Mi cuerpo en tus Labios" pero fue descartada. Este fue la primera historia que escribí, la rechacé y empecé a escribir otra versión que he de publicar. ¿Me dejan su opinión? ¿Cuál versión les ha gustado?
SINOPSIS
Katherine Ferrer es una chica de 28 años cuya profesión es escritora; ha publicado libros con base a investigaciones de la vida de los famosos. Es muy exitosa. Y en la primavera de 1990, su jefe le pide que investigue la vida de Michael Jackson. Después de varias llamadas insistiendo una entrevista con el legendario Rey del Pop, se presenta su oportunidad…
Katherine nunca se imaginó que llegaría a conocer profundamente al artista: En el lado Romántico – Erótico.
Y nunca se imaginó que este hombre fuera increíblemente caliente con una apariencia inocente. Katherine se encuentra confundida ya que su vida está llena de misterio, tendrá que elegir entre dos chicos: éste hombre guapo, caliente, sexy, romántico y exitoso, y su novio guapo, que… bueno, se queda pobre comparado con Michael, pero del que se ha enamorado por primera vez.
Una historia llena de pasión, sexo, deseo, lujuria, pecado, con un toque de comedia; que te hará sentir como en la historia y que perdurará en tu memoria.
¿Es pecado tener sexo hasta el anochecer, del anochecer hasta el amanecer? Porque si es así…. Katherine Ferrer estará pecando. Todos. Los. Días.
Katherine Ferrer es una chica sencilla, hace poco tiempo se graduó de la Universidad. Su última relación fue hace tres meses, vive con su mejor amiga Madisson ya que vivía con su antiguo novio.
No estaba interesada en nadie, creía que es una pérdida de tiempo, y no planea romper su rutina. Ni en sueños.
Pero entonces el destino le da una jugada. Un hombre guapo, sexy y tan caliente llega de golpe a su vida. Y no solo llega a su vida, sino también -entra- en su "vida" (?
Una historia completamente erótica, romántica y graciosa que permanecerá en tu memoria por siempre. Tan descriptiva que necesitarás confesarte.
¿Podrá Katherine alejarse de aquél Dios griego? ¿Podrá resistirse de su mirada y de aquellos labios apetecibles? ¿Podrá apartar su cuerpo de sus labios?
"Sus largas manos acariciaron las curvas de mi cintura mientras que sus labios dejaban rastros ardientes a su paso, me estaba matando. Es el mejor sexo que haya tenido. Voy a explotar..."
Trilogy: Desire - (Trilogía:Deseo)
1.- Mi Cuerpo en tus Labios
Autor: BrendaRowMJ
He aquí la segunda versión de lo que sería el inicio de la novela "Mi Cuerpo en tus Labios". Esta versión está apegada a la sinopsis publicada en la página. Esta versión fue descartada junto con la primera versión por la historia que todas conocemos. ¿Qué opinas de esta versión? ¿Cuál de las tres versiones te ha gustado más?
Katherine Ferrer es una chica sencilla, hace poco tiempo se graduó de la Universidad. Su última relación fue hace tres meses, vive con su mejor amiga Madisson ya que vivía con su antiguo novio.
No estaba interesada en nadie, creía que es una pérdida de tiempo, y no planea romper su rutina. Ni en sueños.
Pero entonces el destino le da una jugada. Un hombre guapo, sexy y tan caliente llega de golpe a su vida. Y no solo llega a su vida, sino también -entra- en su "vida" (?
Una historia completamente erótica, romántica y graciosa que permanecerá en tu memoria por siempre. Tan descriptiva que necesitarás confesarte.
¿Podrá Katherine alejarse de aquél Dios griego? ¿Podrá resistirse de su mirada y de aquellos labios apetecibles? ¿Podrá apartar su cuerpo de sus labios?
"Sus largas manos acariciaron las curvas de mi cintura mientras que sus labios dejaban rastros ardientes a su paso, me estaba matando. Es el mejor sexo que haya tenido. Voy a explotar..."
Trilogy: Desire - (Trilogía:Deseo)
1.- Mi Cuerpo en tus Labios
Autor: BrendaRowMJ
He aquí la segunda versión de lo que sería el inicio de la novela "Mi Cuerpo en tus Labios". Esta versión está apegada a la sinopsis publicada en la página. Esta versión fue descartada junto con la primera versión por la historia que todas conocemos. ¿Qué opinas de esta versión? ¿Cuál de las tres versiones te ha gustado más?
El concepto de alfabetización académica se pone en tensión a partir de la década del ´60.
La cultura escrita, dentro de este concepto juega un papel central ya que la integra y le da sentido.
Asimismo forma parte de una práctica social ya que se construye con y para otro en un contexto social específico.
NO LEER SIN HABER LEIDO: CIELO TIERRA E INFIERNO, CLARIDAD Y OSCURIDAD, METAMORFOSIS Y RENACER. ¡ALERTA SPOILER!
Simon Morris quedó en el limbo luego de asesinar a Alex. Huyó de casa en búsqueda de respuestas, Vanessa se las dio. Le dio un nuevo sentido a su vida, se cazador de vampiros y brujas. El "spin-off" de la saga CIELO TIERRA E INFIERNO ya está aquí. Espero que lo disfruten.
Es una novela histórica basada en la influencia de la Masonería en la Ciudad de San Nicolás. Hay disponibilidad de ejemplares en formato papel. Pueden escribir a ricardodarioprimo@hotmail.com
La historia de un hombre apático que nunca aprendió a vivir, hasta que una aventura inesperada lo saca de su caparazón para descubrir que existe un mundo allí afuera.
2. El Mago es una narrativa hipertextual, es decir, una
narrativa compuesta por un conjunto de fragmentos
de lexías relacionadas entre ellas mediante enlaces.
Esta narrativa no tiene un camino único a seguir. El
lector puede decidir su camino entre varios posibles.
Cuando aparezcan unas flechas, hay que
presionarlas para seguir uno de los caminos.
Podrás encontrar hasta 7 historias diferentes. ¿Cuál
te va a gustar más? Solo hay una forma de saberlo.
¡A leer!
4. UN MAGO EN UNA CELDA
-Llevo casi seis meses contigo en esta celda y aún no me has contado lo que hiciste –era de noche, las
luces estaban apagadas y debido al reducido número de actividades que se podían hacer en prisión en esas
circunstancias, hablar era una buena opción.
-Te lo he dicho mil veces, Walter, estaba en una función de las mías y…-Walter interrumpió.
-Walter… ¿Crees que el nombre muestra respeto? -dijo tumbado en su litera con los brazos debajo la
cabeza mirando hacia arriba.
-No lo sé. Es un nombre, ¿debería hacerlo?
-Voy a estar mucho tiempo encerrado y necesito un mote. En nuestro sector tenemos unos cuantos: El
Pincho, El Chivato, El Tenazas, tu mismo eres El Mago, El Poleso…
-Creo que “Poleso” es su apellido de verdad. Y lo de El Mago... es cierto que me llaman así, pero no creo
que entre en el perfil de apelativos de presidiarios peligrosos que estas buscando. Por tu historial aquí
dentro te quedaría bien un apodo como El Rebanador, El Cirujano, El Navajas… o algo así- el mago reía
mientras se le ocurrían esos estereotipados motes. Pero parecía que Walter se lo tomaba en serio.
5. -El Rebanador me gusta, tiene estilo.
-Mucho -La verdad es que le pegaba. El día que el mago vio que Walter llegaba a la cárcel y
le asignaban su celda, por un momento temió por su vida. Luego resultó que Walter
solamente rajaba a aquellos que osaban meterse con él. Sorprendentemente no recibía
castigo alguno. Todo el mundo sabía que lo había hecho él, pero los guardias nunca llegaban
a tener pruebas de nada. No era un hombre que atemorizara por su envergadura, al
contrario, era bajito y descarnado. Parecía que había estado consumido por las drogas
tiempo atrás, pero ahora estaba limpio.
-¿Me contarás tu historia?
-¡Pero si eres tu quien me ha interrumpido! Además, ya la conoces. Estaba haciendo mi
espectáculo en un teatro, pedí un voluntario para el truco de hacerlo desaparecer. Lo metí en
la caja y cuando llegó el momento que volviera a aparecer… ya no estaba.
6. -Eso es lo que cuentas a todo el mundo. Y nadie se lo cree. Debe haber una
explicación a esto, tú la sabes, aunque todavía no la has dicho. Y por eso estas
aquí, por no querer decir la verdad y ocultar pruebas, ya que no pueden haberte
condenado por hacer desaparecer una persona por arte de magia. Eso
implicaría que el sistema judicial aceptara la existencia de la magia y eso no
puede ser, quedarían en ridículo. Así que cuéntame lo que realmente pasó.
Las palabras de Walter dejaron boquiabierto al mago, nunca le había visto hacer
tal razonamiento, no era tan tonto como él pensaba.
-Está bien. Ahí va.
8. UN HOMBRE MISTERIOSO
“Yo trabajaba en el mundo del espectáculo y hacia mis trucos. Me iba bien, pero no ganaba mucho
dinero. Una noche, al terminar mi función, un hombre se me acercó cuando salía del teatro.
-Muy buen espectáculo -dijo mientras exhalaba el humo de su cigarro.
-Gracias -contesté mientras seguía andando.
-Oye, espera. Tengo una oferta para ti.
-¿De que se trata? ¿Una fiesta privada?
Me detuve para hablar con él.
-Más o menos. Ahora no puedo quedarme. Toma mi tarjeta. Llámame cuando quieras.
Y se marchó. No le di mucha importancia. Tampoco era la primera vez que me pedían que actuara en
fiestas o clubs. Guardé la tarjeta y continué en busca de mi coche.
El día siguiente me lo tome como libre, así que no llamé. Lunes ya, busqué la tarjeta en los bolsillos de mi
gabardina dispuesto a llamar. Y así lo hice.
9. -Residencia del señor Ellison. ¿Quién es?
-Hola, buenos días. Soy Andrew Jenkins, me gustaría hablar con el señor Ellison.
-Un momento, por favor.
Esperé unos instantes.
-Lo siento, pero el señor Ellison no puede ponerse ahora mismo.
Entonces caí en que ese hombre no conocía mi verdadero nombre.
-Dígale que soy Andramalech.
-Un momento.
De repente escuché como otra persona descolgaba el teléfono.
-¡Hombre, si es el mago!
-Sí, y le llamo tal y como me pidió.
-¿Qué te parece si te acercas a mi casa para que hablemos?
10. No quería contarme por teléfono de lo que se trataba, insistió en que fuera a su casa para contarme su
propuesta. El dinero no me sobraba, así que, después de que me diera su dirección y quedáramos en
una hora, fui. ¡Y menuda casa! Más que una casa, era una mansión. Desde fuera se veía un enorme
jardín, cerrado por un muro de piedra y unos altos setos. La puerta de rejas era muy ancha, podría
haber entrado en mi coche, pero ya lo había aparcado fuera. Llamé por el interfono y la puerta se abrió.
Seguí el camino de piedra que llevaba hasta la casa y cuando llegué ya me esperaba un hombre en la
puerta.
-Buenos días señor. Sígame y le llevaré con el señor Ellison.
Seguí a aquel hombre que parecía el mayordomo por unas escaleras moquetadas con un color
burdeos. Al final del pasillo había una puerta cerrada.
-El señor Ellison le espera dentro.
Llamé a la puerta.
-Adelánte.
11. Cuando abrí me encontré con el hombre al que había conocido la otra noche. Estaba sentado en una silla de terciopelo
negro detrás de una mesa grande de madera oscura. Detrás de él había una gran ventana. En un lateral de la habitación
había estanterías con libros; en el otro, cuadros y piezas de taxidermia. Delante de la mesa, había dos sillas. Me ofreció
asiento y lo tomé.
-Buenos días, señor -dije mientras me acomodaba.
-Por fin estás aquí. Voy a ser claro. No creo que estés acostumbrado a la clase de propuesta que voy a hacerte.
Estamos hablando de hacer desaparecer a alguien mediante un truco. Pero esa persona no puede volver a aparecer.
Estoy dispuesto a pagarte una sustanciosa cantidad de dinero. Me da la sensación que podrás retirarte sin ningún tipo
de problema, no tendrás que preocuparte nunca más por el dinero.
No dudaba de su capacidad de solucionarme la vida económicamente, pero lo que me pedía era un delito. Como mínimo
era secuestro, pero… ¿Me estaba pidiendo que matara a alguien?
-Lo siento, señor, pero no soy la persona indicada para este trabajo. Soy un mago, no un delincuente -dije mientras me
levantaba de la silla.
-Siéntate, por favor. Déjame terminar. Estamos hablando de dos millones de dólares.
12. Mi cara cambió de repente. Ese hombre estaba dispuesto a pagarme tal cantidad por hacer
desaparecer a alguien. ¿Quién sería? Me senté para seguir escuchando, tenía curiosidad.
-Las condiciones son las siguientes. Tienes que hacer desaparecer a un hombre durante un
espectáculo que yo mismo patrocinaré. Y nadie puede volver a ver jamás a esa persona. Desaparecer,
no matar. Voy a pagarte esos dos millones de dólares, pero tú nunca podrás contar nada sobre el tema.
A nadie.
-No acabo de entenderlo. Tengo que hacer desaparecer a alguien, pero ¿qué pasará con esa persona?
¿Dónde tengo que enviarla? No puede estar para siempre en una caja. ¿Y quién es esa persona?
-Esa persona soy yo.
Quedé perplejo. Cada vez entendía menos. Pero la idea de ganar tal cantidad de dinero me tentaba.
Además, sentía mucha curiosidad. ¿Que planeaba aquel hombre?
-¿Y por qué quiere que haga eso? ¿Por qué quiere desaparecer?
13. -Tengo mis motivos, no necesitas conocerlos.
-Entiéndame. Necesito saber donde me estoy metiendo. Puedo tener muchos problemas con esto. Y
me da la sensación que la Justicia es uno de los que menos debo preocuparme.
-Está bien. Te lo contaré.
15. ELLISON EL MOROSO
-No se gana esta fortuna sin hacer algún que otro enemigo por el camino. Llevo años con mis
negocios y he acabado relacionándome con quien no debía. Un negocio con la mafia no salió
bien y ahora les debo mucho dinero. Me vigilan y me siguen allá donde voy. No me los puedo
sacar de encima y necesito que me ayudes. Tengo que desaparecer sin que se preocupen por
ello. Y eso será durante tu función. Subiré al escenario y me harás desaparecer. No
sospecharan nada hasta que vean que no vuelvo a aparecer. Pero para entonces ya será
demasiado tarde. Habré escapado yéndome lejos y nunca me encontrarán. Yo salvaré la vida y
tú ganarás tu dinero. ¿Qué te parece?
-¿Y pretende que le ayude a escapar sabiendo que la mafia puede ir detrás mío por ello?
-Si no tuviera riesgo no te pagaría tan bien. Yo ya te he puesto las condiciones. Ahora tu piensa
en las alternativas. Como lo harías, como burlarías tanto a los mafiosos como a los policías.
Quiero desaparecer sin dejar rastro. Solo te pido eso. Lo demás es cosa tuya. No te pido que lo
decidas ahora, piénsalo. Aunque si tardas mucho encontrare otra manera.
16. -Está bien, lo pensaré.
Lo medité tendidamente y ya tenía el truco pensado. Requería que la gente que le vigilaba no
sospechara. La caja no podía abandonar el escenario. Debía permanecer allí. Solo me preocupaba una
cosa. ¿Qué me pasaría a mi? ¿Unos años de cárcel? ¿Consecuencias con la mafia? Sin duda prefería
la cárcel. Y tal cantidad de dinero lo merecía. Unos pocos años por dos millones, me parecía razonable.
Llamé al señor Ellison, quedamos y le conté mi plan. Tuvimos que ensayar y hacer los preparativos. No
era un truco convencional. La policía y la mafia se preguntarían que había pasado y necesitábamos un
truco totalmente nuevo del que no tuvieran la respuesta. Así les sería mucho más difícil seguirle la
pista.
Todo estaba pensado para despistar al máximo a los que le buscarían. Haríamos un truco de trampilla
en un escenario sin trampilla, en un escenario completamente macizo. Necesité meses para prepararlo.
Llegó el día y todo estaba preparado. El teatro se llenó, entre el público se encontraban unos hombres
que no sacaban el ojo al señor Ellison, eran ellos.
18. HIPÓCRITAS SANGUIJUELAS
-Como habrás notado, soy bastante rico. Pero también te habrás fijado en que vivo solo. Mi
mujer falleció de cáncer y ahora mis hijos solo quieren una cosa de mí, que muera para que
puedan heredar mi dinero y mis bienes. Son unos caprichosos y unos malcriados, aunque
posiblemente sea mi culpa, por haberles dado todo lo que siempre han querido. Y no solo mis
hijos, los que se hacen llamar mis amigos también son unos interesados. Todos ellos me deben
dinero. Y la verdad es que es lo de menos, ya que eso no es problema para mí. Creen que no
sé lo que dicen de mí a mis espaldas. Estoy rodeado de hipócritas sanguijuelas. Por eso quiero
abandonar esta vida.
-Pero si usted desaparece, sus hijos heredaran todo lo que es suyo.
-Por supuesto que no, querido mago. No lo haré sin antes donar mis bienes a obras de caridad,
en secreto, claro. Aunque es verdad que me llevaré parte de mi fortuna en efectivo para iniciar
una nueva vida lejos de esta gente.
19. -¿Y no puede desaparecer sin más? No creo que sea necesario todo esto que usted quiere.
-Si desaparezco sin más, no volveré a saber nada de mis hijos y amigos. No es algo que me preocupe. Pero
me parece más divertido desaparecer de esta forma tan peculiar. El caso saldrá en los telediarios, incluidos
mis hijos y amigos que hablarán de mi, preguntándose qué ha pasado y desesperados por la idea de quedarse
sin nada. ¿No te parece mejor?
-La verdad es que si odia tanto a esas personas, estará bien perderlas de vista. Y de paso pasara un buen rato
viéndolas desesperarse.
-Me alegro que compartas mi opinión. Quiero invitar a todos mis familiares y amigos al espectáculo. Sera la
mejor broma del mundo.
-Broma pesada -apunté.
-Llámalo como quieras, lo único que sé es que voy a estar riéndome de ello durante mucho tiempo.
-Está bien. Aunque veo un problema en todo esto. Cuando le haga desaparecer, todo el mundo me pedirá
explicaciones a mí. ¡Me culparan de su desaparición!
20. -¿Y crees que te pagaría dos millones por hacer un truco de magia?
Alguien debe cargar con las culpas. Y ese, amigo mío, tendrás que ser
tu.
Ese hombre me estaba pidiendo que fuera a la cárcel por dos millones
de dólares. ¿Pero de que se me acusaría? ¿Negligencia? ¿Secuestro?
¿Asesinato? Finalmente fue de asesinato.
Llegó el día. Los invitados ya estaban sentados. Parecían unos
estirados, empecé a entender lo que Ellison me había contado sobre
ellos. Empecé con trucos sencillos, palomas, conejos… y llegó el
momento del truco final.
22. EL TRUCO
-¿Hay algún voluntario? -grité dirigiéndome al público.
Montones de manos se levantaron, pero fue en vano. Tenía que escoger al señor Ellison.
-¡Ese hombre! El del traje blanco. Que suba al escenario, por favor.
Y así lo hizo. Subió y procedimos a lo que tanto tiempo nos había tomado.
Las cajas para el truco de hacer desaparecer a alguien tienen dos sistemas. Cuando la persona
que haces desaparecer es un ayudante, normalmente se usa una trampilla de la caja y una del
escenario. Así puede salir de la caja e incluso aparecer por otro lado del teatro. Y cuando se
escoge un voluntario del público, se usa un doble fondo del que ni el propio voluntario se da
cuenta.
El escenario de ese teatro no era hueco, por lo tanto no tenia trampilla, teóricamente, pero era
justamente lo que queríamos, que pensaran que no la había y que la única posibilidad era el
doble fondo.
23. Meses antes había conseguido los planos del teatro y como yo quería, el escenario era macizo. El
propio fondo del escenario era una pared que daba con la calle. Necesité alquilar el teatro durante unas
noches, pero ni a nombre mio ni al del señor Ellison, claro está. Durante esas noches hacía mis
espectáculos y cuando acababa me dedicaba a cavar un túnel del escenario a la calle. Levante unos
tablones de forma que se pudieran volver a colocar sin que pareciera que habían sido manipulados.
Cuando terminé la vía de escapé de Ellison, esta quedó tapada por los tablones en la parte del
escenario y por unos ladrillos sin cementar en la calle.
Cuando Ellison entro en la caja, ya sabía lo que tenía que hacer. Bajó por la trampilla, la tapió y se
arrastró por el túnel hasta que empujó los ladrillos para salir. Fuera tenía aparcado un coche con todo
el dinero que quiso llevarse, lo cogió y se marchó Dios sabe dónde.
No podían quedar rastros del túnel, así que fuera también había un hombre, contratado por Ellison, con
un camión hormigonera que llenó el túnel con hormigón de secado ultra-rápido y colocó los ladrillos tal
y como debían estar.
24. Parecía que allí no había pasado nada. Fue un éxito.
Mientras todo eso ocurría yo seguía en el escenario, esperando. Había quedado
con Ellison que mientras se fugara, llamaría des del coche a la policía para
denunciar que un mago le había hecho desaparecer y no sabía dónde estaba.
Esa denuncia no se hubiera tomado en serio en un caso normal, pero no lo era,
era el señor Ellison, conocido en toda la ciudad.
Cuando llegaron me arrestaron, interrogaron, juzgaron y encarcelaron. Y aquí
estoy, contándotelo y esperando a salir para desenterrar mis millones.”
25. ¿DÓNDE VAMOS AHORA?
Bocazas (Solo puedes ir aquí si vienes de Ellison el moroso)
Mi libertad vale más
26. BOCAZAS
-¿Así que estoy hablando con un millonario? -preguntó Walter.
-De momento solo soy un prisionero, como tú. Pero el día que salga… mi vida será totalmente
diferente.
Walter bajó de su cama y habló.
-¿Y crees que al señor Ellison le parecería bien que contaras lo que hicisteis? Te pagó una buena
cantidad para que tuvieras la boca cerrada.
-¿Qué más da? Que le jodan. Debe estar en alguna playa tomando el sol y yo aquí encerrado.
-Debiste cumplir tu palabra, mago -dijo su compañero mientras metía la mano debajo de su almohada.
-¿Qué haces? -dijo el mago.
-El señor Ellison es muy meticuloso y no le gusta dejar cabos sueltos. Me dijo que acabara contigo si
habrías la boca. Lo siento, tío, no es nada personal.
27. Andrew quedó paralizado.
-Wa, Wa, Walter, por favor. N, no, no lo hagas. Puedo compartir mi dinero contigo -
tartamudeó.
-No hace falta, yo también tengo una bolsa esperándome para cuando salga. Además, yo
sí cumplo mi palabra. Es irónico que vayas a ser mi primera víctima como El Rebanador,
apodo que tú mismo me has dado.
Walter acabó de sacar el cuchillo que tenía escondido y dijo:
-Abracadabra.
FIN
28. MI LIBERTAD VALE MÁS
-¿Qué te parece? -dijo Andrew.
-Que no puedes esperar a que termine tu condena y te dejen salir.
-¿Y crees que no tengo nada pensado? No hubiera aceptado el trabajo si no tuviera una
manera de salir de aquí. No me valía la pena. ¿Una vida encerrado por dos millones? Por
favor… Mi libertad vale más.
-¿Y qué piensas hacer? -preguntó Walter.
Sus ojos habían cambiado por completo. Sabía que había pasado de escuchar la historia de su
compañero de celda a la historia de cómo escaparía de la cárcel.
-Pues lo que se me da mejor -respondió -. Un truco de magia.
FIN
29. LA FUNCIÓN
Estaba nervioso, como cada tarde previa a una función. Intentaba relajarse con una infusión y un cigarrillo de
esos que cuando se te acaba te deja con ganas de otro. Sin embargo, aquella función marcaría el resto de su
vida, no solo por las personas que estarían admirando su espectáculo, si no por todo lo que conllevaría uno de
sus trucos.
El procedimiento antes de una función de Carlos era simple y dinámico. Comida en casa, tarde de película de
la televisión, merienda, unos minutos de música (preferiblemente de Bruce Springsteen o de Michael Jackson),
y finalmente preparación para la función, y eso incluye la vestimenta, un poco de gomina y el traslado al lugar
de actuación. Pero aquel día no todo parecía igual que siempre. Una vez hecho todo el proceso y ya en el
camerino, la antesala de la función, su esposa Laura, que era su ayudante, le preguntó:
-¿Estás listo? Hoy parece que no te haya sentado bien la comida.
-Estoy bien, supongo que un poco más nervioso. No todos los días se actúa delante de los “peces gordos” de
nuestro país – contestó en un tono irónico.
-Ya verás como todo sale bien, tu haz lo que haces siempre.
30. Llegó el momento, y Carlos salió al escenario. En frente, tenía al presidente, a los ministros, a
los congresistas del partido y a sus respectivas parejas. Casi nada. Empezó su función como
siempre, con el típico truco del conejo, siguiendo con la mágica partición de una persona en
dos. Tras casi una hora de espectáculo, el mago se preparó para realizar su mejor truco, el
truco que dejaría parado a todo el mundo y por el cual había sido llamado.
Carlos hizo subir al escenario a uno de los voluntarios, en este caso al ministro de exteriores, el
señor Ramón Mendoza, una persona muy imponente, y que le quedaban seis meses en el
cargo debido a su retirada. Laura sacó un recipiente que contenía arena, un tipo de arena fina
que Carlos siempre utilizaba para el truco.
-¿Está usted listo?- el ministro asintió con la cabeza. – Ahora lanzaré estos polvos mágicos
sobre el señor ministro, y este desaparecerá – dijo Carlos mirando al público. – El único
problema es que después de esto va a tener que comprarse otra camisa y otra corbata señor.
31. -Me parece bien – pronunció el ministro entre risas.
-Pues vamos allá. A la de una, a la de dos, y a la de tres.
En ese momento el mago lanzó sus polvos mágicos al ministro, y este
desapareció de golpe, lo que provocó el asombro de todos los presentes, que
seguidamente se levantaron a aplaudir. Pero el truco aún no había finalizado.
-Bien señores, ahora mismo el señor Mendoza está en un profundo viaje.
¿Quieren que vuelva? – preguntó Carlos.
La respuesta de todos los presentes fue clara y precisa: Sí. Carlos se
arremangó la camisa, cogió aire, pronunció las palabras mágicas y palmeó sus
manos dos veces. Un segundo, dos segundos, tres segundos, y el ministro no
apareció.
33. LA PERDICIÓN
-¿Qué pasa? ¿Se te han fundido los poderes? – exclamó una voz de entre los asistentes, a lo que los demás
empezaron a reírse.
Carlos se quedó muy sorprendido. No lo había hecho intencionadamente, así que volvió a repetir el proceso
anterior, pero con el mismo resultado. Nada ni nadie apareció. La cabeza del mago pensaba y pensaba, pero
no encontraba la solución. Mientras, los asistentes se empezaron a preocupar y a preguntarse porque el mago
no hacía regresar al señor Mendoza, y empezaron a abuchear a Carlos, que estaba tan sorprendido como
ellos.
El jefe de seguridad de la sala ordenó que cogieran a Carlos y a Laura, y se los llevaron a su camerino, donde
esperaron hasta que la policía llegó. Acto seguido se los llevaron a comisaría para un interrogatorio, que iba a
ser llevado por el comisario Alfonso Montoya.
En la antesala del interrogatorio, llegó el comisario alrededor de las doce de la noche, con mucho sueño y con
ganas de terminar cuanto antes para volver a la cama:
-¿Qué tenemos? – preguntó Montoya.
34. -La verdad es que no lo sabemos muy bien. Hoy era la cena del partido, estaban todos, des del presidente
hasta el último congresista. Han contratado a este mago y su ayudante para un espectáculo y ha hecho
desaparecer a uno de los asistentes, concretamente el ministro Mendoza – le explicó uno de los policías que
había ido al lugar de los hechos.
-¿Pero qué dices? ¿En serio? – dijo sorprendido el comisario - ¿Y cómo sabéis que ha desaparecido?
-No está en su casa. No contesta al teléfono. Tampoco ha movido dinero de ningún banco ni ha hablado con
nadie.
-Bien, entonces vamos a preguntarle a este supuesto mago – dijo en un tono irónico. – Mientras, vosotros
enviad a agentes para hablar con todo el mundo que estuvo allí, pueden ser cómplices o bien darnos algún
detalle más.
Mientras, en la sala de interrogatorios, Carlos aguardaba ansioso, con ganas de saber si habían encontrado al
ministro. De pronto la puerta se abrió:
-Buenas noches. Soy el comisario Montoya y estoy al frente de la investigación por lo sucedido esta noche.
-Buenas noches. ¿Saben ya algo del señor ministro? ¿Y de mi mujer? Nos han separado al venir y no me
quieren decir nada.
35. -Su mujer está en otra sala de esta comisaría y se encuentra bien. Del que no sabemos nada es del señor Mendoza.
Mire caballero, no sé si es mago ni me importa. Lo único que quiero saber es donde está el ministro.
-Ya le he dicho a todo el que me ha preguntado que no sé dónde esta. Yo he realizado mi truco igual que siempre – se
explicó Carlos.
-¿Sabe que puede ser acusado de secuestro? Una vida entre rejas. Eso es lo que le pasará si no me dice ahora mismo
donde está el ministro.
-No lo sé. Mire, soy un simple mago que vive haciendo sus trucos. Hoy no sé porque algo ha salido mal. No le puedo
decir donde esta ese hombre porque no tengo ni idea.
-De acuerdo. En este caso nos veremos muy pronto en los tribunales.
Así sin más, el comisario se fue por la puerta mientras Carlos se ponía a llorar desconsolado sin saber que había
sucedido para que su truco saliera mal.
Después de unas semanas, todo el mundo hablaba de ello. Un ministro del gobierno había desaparecido sin dejar
ningún rastro por culpa de un mago, y aunque a mucha gente ya le estaba bien que desapareciera algún político de vez
en cuando, muchas eran las hipótesis que se estaban planteando acerca de cómo el mago había conseguido realizar el
truco.
36. Los días pasaban, se acercaba el juicio, y Carlos no sabía cómo demostrar su inocencia. Pero aún así su
abogado le había dado esperanzas, ya que como iba un juez a condenarle por magia, eso sería muy
improbable, pero posible. A tres días para el juicio, el mago se enteró de que su esposa Laura había hecho un
trato con la policía para quedar en libertad si testificaba en contra de su marido por secuestro, a lo que Carlos
no podía dar crédito. Llegó el juicio y gracias al testimonio de Laura, Carlos fue condenado a 20 años de
cárcel, ya que el juez interpretó que se trataba de un asesinato, aunque nunca se encontró el cuerpo. Carlos
ingresó en prisión en una de las celdas dónde se encontraban los que eran denominados como peligrosos.
-Y eso es todo.
-¿Vaya pieza tu mujer no? – dijo el compañero de celda.
-Sí, ahora solo espero el día en que salga de aquí para devolverle todo el daño que me ha hecho.
FIN
37. INTENTO DE FUGA
En ese momento, al ver tanto él como Laura que el ministro no aparecía, los dos se acercaron mutuamente y se pusieron a hablar
mientras el público empezaba a comentar en voz baja lo que estaba pasando. Después de unos segundos hablando Carlos se
dirigió a la gente para pronunciar unas palabras:
-Señores, mi ayudante y yo nos retiramos unos instantes para un asunto de suma importancia. Disculpen las molestias.
En la sala nadie entendía lo que estaba sucediendo. ¿Un mago que se iba a media función? Ya en su camerino, Carlos y Laura
hablaban sobre lo sucedido y como arreglarlo:
-¿Qué vamos a hacer ahora? – preguntó Laura.
-No lo sé pero algo habrá que hacer.
-¿Seguro que lo has hecho todo bien?
-Sí. No entiendo que está pasando. Lo que está claro es que como ese hombre no aparezca vamos a tener un serio problema.
Tenemos que hacer algo. – dijo el mago.
-Yo creo que hay que marcharse para tratar de buscar una solución.
-¿Marcharse? ¿Dónde? ¿Y para qué? No hemos hecho nada malo.
38. - ¿Y crees que la policía pensará lo mismo? Si el hombre no aparece nos acusarán e iremos a
la cárcel. Tenemos que ganar tiempo y averiguar que es lo que ha pasado – argumentó Laura.
-Está bien, tienes razón. ¿Pero cómo salimos de aquí?
En ese momento Laura abrió la puerta para comprobar que no hubiera nadie, y al observar que
era así, los dos salieron a paso lento del lugar sin levantar sospechas. Al salir del hotel donde
tenía lugar la cena se dirigieron rápidamente a su casa en taxi, ya que vivían a 15 minutos en
coche. Mientras tanto, los asistentes al espectáculo ya se habían puesto en contacto con la
policía, ya que el ministro seguía sin aparecer y el mago y su acompañante habían
desaparecido. Se dio la alerta por toda la ciudad, ya que era un asunto de máxima seguridad,
un ministro del gobierno había desaparecido y el principal responsable parecía ser un simple
mago.
40. DESAPARICIÓN
Una vez en casa, Carlos y Laura empezaron a pensar qué hacer para salir de la situación, y preguntándose
que había podido salir mal. Sabían que la policía no tardaría en llegar, así que hicieron las maletas y se fueron
en coche hasta una estación de servicio a 20 kilómetros de la ciudad. Pasarían allí la noche y al amanecer
pensarían que hacer. Aunque lo intentaron, no durmieron en toda la noche, y al amanecer se pusieron a
pensar otra vez.
-Podríamos escapar por alguna frontera en coche o coger algún barco que nos llevara al sur. – dijo Laura.
-Nos cogerían seguro. Hay muchos controles y supongo que ya habrán pegado nuestra foto o algo así en
todas las comisarías y fronteras.
-¿Y entonces que es lo que quieres hacer? Tarde o temprano nos cogerán, y lo peor de todo es que ni
sabemos lo que ha pasado. Ese truco nos ha hundido la vida a los dos.
-O puede que no. Mira está claro que no vamos a poder salvarnos de ser culpables en caso de que el ministro
no aparezca, pero uno de los dos sí puede escapar. Si yo me entrego, tú tendrás una oportunidad y si todo
esto se arregla podremos volver a encontrarnos.
-¿No estarás hablando en serio verdad? – pronunció sorprendida Laura.
41. -Todo esto ha sido culpa mía. Yo era el responsable de que saliera bien, y ahora debo responder por mis actos, pero no
tú.
-No voy a dejarte solo.
-Lo harás. Si me quieres dejarás que lo haga, porque los dos sabemos que yo no he tenido la culpa de lo que ha
pasado, y que todo va a salir bien y en poco tiempo volveremos a estar juntos.
Al haber tomado la decisión, los dos se fundieron en un gran abrazo y un mar de besos. Acto seguido, Carlos bajó del
coche y fue a entregarse. Laura pudo escapar en coche y estuvo en Francia, dónde no la cogieron por el tema de la
extradición.
Carlos fue arrestado y estuvo inmerso en un proceso judicial de casi un año. El juez no pudo condenarle por la
desaparición del ministro, ya que no habían pruebas concluyentes ni ninguna evidencia de secuestro. Pasó en prisión
nueve meses, y al salir, se reencontró con Laura, y juntos empezaron una nueva vida abriendo un restaurante en el
centro de Touluse donde Carlos hacía espectáculos de magia cada semana, pero nunca más volvieron a intentar el truco
de la desaparición.
FIN
42. SIN MALA INTENCIÓN
Una vez en casa, Carlos y Laura empezaron a pensar qué hacer para salir de la
situación, y preguntándose que había podido salir mal. Sabían que la policía no
tardaría en llegar, así que hicieron las maletas y se fueron en coche hasta una
estación de servicio a 20 kilómetros de la ciudad. Pasarían allí la noche y al
amanecer pensarían que hacer. Aunque lo intentaron, no durmieron en toda la
noche, y al amanecer se pusieron a pensar otra vez. La única idea que se les
ocurrió era volver al lugar dónde había tenido lugar la función para volver a
intentar realizar el truco, pero, ¿Cómo iban a llegar hasta allí después de lo que
había sucedido?. Había que intentarlo o lo terminarían pagando el resto de sus
vidas.
44. NUEVA VIDA
Estaban a punto de llegar, sabían que no iba a ser fácil, pero confiaban en que pudieran solucionar lo ocurrido.
Entraron al hotel por la puerta de atrás, y golpearon a un guardia de seguridad, dejándolo inconsciente.
Cogieron su llave maestra y entraron en una habitación de la primera planta. Carlos se puso el uniforme del
guardia y fue a la sala dónde el truco había tenido lugar. Mientras tanto, Laura iría a distraer a todos los que
estaban allí para intentar vaciar la sala lo máximo posible.
Al hacerlo, Carlos entró en la sala y repitió el proceso de la noche anterior. Carlos se arremangó la camisa,
cogió aire, pronunció las palabras mágicas y palmeó sus manos dos veces. Un segundo, dos segundos, tres
segundos, y el ministro apareció, y aunque estaba inconsciente, todavía estaba con vida. Carlos salió rápido
fuera pidiendo un médico. Había conseguido que el ministro volviera, y también había descubierto el secreto
de su fracaso en la noche anterior: la confianza.
Pese a todo, tanto Carlos como Laura tuvieron que pasar un tiempo en la cárcel, pero no mucho. Al salir se
prometieron que jamás volverían a hacer magia, y mucho menos el truco que casi les condena.
FIN
45. CONDENADOS
Una vez decidido su plan para rescatar de la nada al señor ministro, se pusieron en marcha
dirección al hotel. Al llegar allí estaba lleno de policías. Se produjo un silencio sepulcral entre los
dos. Se miraron expresando si de verdad querían intentarlo. La confianza que se transmitieron
fue total. Como llevaban un rato parados dentro del coche un agente se fijó en ellos, y al
reconocerlos, dio la voz de alarma. Al ver que les habían reconocido, Carlos arrancó el coche y
comenzó una persecución por las calles de la ciudad. Entre 10 y 20 coches les estaban
persiguiendo, era igual que las películas. Al pasar por una avenida, un camión se cruzó en el
camino del coche de Carlos y Laura, y el mago no pudo evitar la colisión. Por suerte para él,
pudieron rescatarlo con vida del coche, que empezaba a arder. Laura no tuvo la misma suerte, y
aunque pudieron sacarla del vehículo a tiempo, su cuerpo ya estaba sin vida. Carlos
permaneció en el hospital un par de meses bajo vigilancia extrema. Cuando ya estaba mejor,
uno de los policías encargados de la investigación le hizo una visita:
46. -¿Cómo estás?
-Y a ti que te importa – contestó arrogante el mago.
-Bueno, supongo que el hecho de haber acabado con la vida de dos personas pesa en cualquier conciencia.
-¡Cállate!
-Voy a preocuparme personalmente de que pases mucho tiempo entre rejas, te lo aseguro.
-Ya me da todo igual, lo he perdido todo, no me queda nada. Deberíais haberme dejado morir en aquel coche.
-Todo habría sido más fácil si os hubierais entregado en vez de huir – le reclamó el policía.
-Eso ya da igual.
El policía bajó la cabeza y salió de la habitación. El juicio fue claro. A Carlos le cayeron 25 años por lo sucedido, y nunca más
recuperó la ilusión por vivir. El mismo día que salió de la cárcel se tiró a las vías del metro, aunque le dejó a su último compañero
de celda un papel dónde le explicaba el truco que había acabado con su carrera y años más tarde con su vida.
FIN