El documento enumera seis casos específicos que deben ser manejados por el Dagma según la ley: ruido, ocupación de zonas verdes, daño a la flora y fauna, contaminación del aire y de ríos, y malos olores. También describe las funciones del Dagma relacionadas con el control y vigilancia de escombros de construcción, la protección de la calidad del aire, la aplicación de sanciones por contaminación, y el otorgamiento de licencias ambientales.