2. El tema inicial de mi fotorreportaje consistía en cómo se habían adaptado la población inmigrante en el barrio de
La Macarena. Entre en varios establecimientos sin llegar a tener éxito y caminando por una de sus calles me
encontré con el protagonista de mi reportaje, Rodolfo Antorino.
Hijo de una familia humilde, lleva 5 años en España , 3 años en Sevilla como peluquero. Hasta ahí todo normal.
Pero además de esa interesante vida profesional, me contó los verdaderos motivos por el cual está en
Sevilla. Buscar una mejor vida que en su país por ahora no lo ha llegado a conseguir y alcanzar un sueño,
convertirse en el Nuevo Presidente de Bolivia.
A partir de este momento, mi fotorreportaje dio un giro de 360º. Por cada palabra, por cada minuto que pasaba
estaba segura que mi reportaje se está estaba transformando gracias a él. El plano profesional iba cobrando
menos fuerza y cada vez se superponía el plano personal.
Luchador, amante de su país, alegre, divertido y con buenos propósitos para alcanzar sus metas. Me llevó al
lugar donde pasa largas horas, donde se forma intelectualmente: la biblioteca pública. También me llevó a
las tiendas específicamente latinas donde compra la comida , ya que se considera un buen cocinero.
Por cada metro cuadrado que recorro al lado suya, la admiración crece. Todos sus vecinos compatriotas lo
conoce y sabe la labor que está haciendo para llevar una mejor vida a Bolivia.
En Sevilla ha encontrado todo. En ningún momento, se ha sentido solo desde que llegó de su país, ya que está
acompañado por sus compatriotas. Gracias a ellos, está consiguiendo que la creación del partido Nueva
Bolivia adquiera cada vez más fuerza.
Para terminar con esta reflexión, me quedó con las palabras de un fotógrafo estadounidense, que resumiría a la
perfección mi trabajo:
“Lo importante es ver aquello que resulta invisible para los demás”.
Robert Frank