Santa Luisa de Marillac nos muestra: Los escollos a evitar
A jorge villalba
1. A Jorge.
Fue siempre distante para mí. Lejano. Quizás por la distancia
de los años, quizás por su profundo conocimiento. Pero era mi
familia. No cabe duda. Fue un hombre excepcional, de ardua
formación Profesional. Periodista de la UCAB, profesor
insigne, master en ciencias políticas en la USB. La suerte no
le dejo terminar su tesis de grado en Psicología social
también en la misma casa de estudios.
Creo que fue más un investigador que un periodista de esos de
noticias, aunque sus tremenduras discretas y siempre serias,
le lograron mucho reconocimiento al haber introducido su
grabador en aquella famosa reunión donde COPEI intentada
destruir a AD. Fue un tubazo nacional. Pienso siempre que el
pacto de punto fijo, le preocupaba enormemente. Él se anticipó
sin duda, pues entendía que se acababa, que la concertación se
había convertido en el instrumento de la política actual y que
aquella camaradería de reparto de la renta, llegaba a su fin.
Tuvo además la astucia de convertirse en PDVSA en
investigador, dejando a un lado, su periodismo analítico de la
política. Incluso se convirtió en un periodista humorístico en
su pasantía por el diario de Caracas.
Siempre fue excelente hijo, mejor hermano, gentil esposo y
extraordinario padre. No me da tristeza recordarlo, más bien
tengo un dejo de sinsabor. Quizás de haberlo vivido más
intensamente, de haber disfrutado más de su trabajo y de sus
escritos. Hoy quisiera poder tener sus cuartillas impresas en
mis manos ante mis cansados ojos y poder entender lo que en
aquel entonces no me importaba. Sé cuánto sufrió por la muerte
de nuestra querida hermana Marianela.
Su perdida fue irreparable. Para su familia, para sus seres
cercanos, y para los que como yo, desde niño, le rondábamos,
le teníamos presente en nuestras vidas.
Recuerdo muy bien la noticia, cuando llego a casa. Fue
devastadora. No por haberlo perdido. No. Sino más bien porque
habíamos perdido con él la posibilidad de verlo siempre ir por
más. Cuando pienso en él y en la evolución que la sociedad ha
tenido desde aquella noticia hasta estos días, estoy seguro
que él hubiera logrado mucho más. Es así. Lo que perdimos no
fue lo que había logrado hasta el momento, sino más bien,
2. todos esos sueños que no logro. Me imagino a Jorge Villalba en
Twitter, en Facebook, en Google plus, dueño de su diario
digital, especializado en política, defendiendo su socialismo,
pero el socialismo del bueno, ese con que soñaba, porque sabía
que lograría darle a cada venezolano más. Estoy seguro que
hubiera ocupado cargos políticos importantes y cuidados si no
hubiera sido presidente en mi país. Cuando Jorge muere, no
murió lo que hizo. Murió con él la posibilidad de tener
también una mejor Venezuela.
Para mi Jorge siempre fue ese hermano mayor, inalcanzable, por
la edad, pero también por su grandeza profesional y humana.
Siempre estuvo allí para mí.
Rubén Cantafio