Los fósiles son evidencia de vida pasada como huesos, conchas y huellas que se preservan en la tierra a través de un proceso llamado fosilización. La fosilización transforma químicamente los restos de organismos a través del tiempo y puede ocurrir de varias formas como petrificación, molde o momificación. Los paleontólogos buscan y extraen fósiles cuidadosamente usando herramientas como martillos y cinceles para estudiar la vida del pasado.