1. ¿Qué significa el “fuego del Cielo” de
Apocalipsis 13?
Apocalipsis 13:13 establece que el falso profeta "hace
grandes señales, de tal manera que incluso hace
descender fuego del cielo a la tierra". ¿Qué quiere decir
esta declaración?
Responde: Dr. Ángel Manuel Rodríguez, BRI
En el Apocalipsis el fuego es un símbolo importante. Esta
figura en general representa el juicio de Dios contra los
pecadores (véase 8:5; 14:10), acción que a veces está
destinada a preservar a los siervos del Altísimo (11:5).
Curiosamente, a menudo está asociado con la Divinidad,
específicamente con el Espíritu Santo en Cristo. Por ejemplo,
Juan en el santuario celestial vio "siete lámparas de fuego",
identificadas por él como símbolo del Espíritu (4:5). A Cristo
también se lo relaciona con el fuego: "sus ojos, como llama de
fuego" (1:14; 2:18; 19:12), "y sus pies como columnas de
fuego" (10:1).
En la Biblia el fuego también es una figura teofánica
(teofanía quiere decir manifestación divina), es decir,
representa la presencia divina. Esto quiere decir que cuando
Dios se manifiesta a los seres humanos, su presencia es
comparada o se la asocia con el fuego. Aunque en el Antiguo
Testamento hay muchos ejemplos que prueban esto, el más
conocido es aquel que recuerda cuando el pueblo de Israel
compareció ante Dios en el Sinaí: "Todo el monte Sinaí
humeaba, porque Jehová había descendido sobre él en medio
del fuego" (Éxo. 19:18). Aunque la flamígera manifestación
indicaba la presencia de Dios en ese lugar específico, él
permaneció inalcanzable, distanciado del pueblo, sugiriendo
con esto la necesidad que ellos tenían de un mediador.
La expresión "de Dios descendió fuego del cielo", también
se la utiliza en Apocalipsis 20:9. En este caso, el contexto
sugiere que el fuego es un instrumento de la justicia divina. Las
huestes malignas están intentando tomar la santa ciudad por la
fuerza, ocasión cuando Dios lanza fuego del cielo y las
2. destruye. El uso que aquí se hace es diferente de que aparece
en el capítulo 13, ya citado, para anticipar que el falso profeta
hace descender fuego del cielo con el propósito de engañar a
los habitantes de la tierra. Lo que ocurrió sobre el monte
Carmelo con el profeta Elías proporciona la base bíblica para
utilizar este símbolo.
Como los israelitas habían estado adorando a su dios Baal,
el profeta los enfrentó para que optaran ya sea por el
Omnipotente o por Baal. Para que la decisión les resultara más
fácil, Elías les dijo que el verdadero Dios se manifestaría
haciendo descender fuego del cielo (1 Rey. 18:20-39). Baal no
pudo cumplir con el desafío. Elías oró y, como consecuencia, al
descender fuego del cielo la gente exclamó: "Jehová es Dios".
La realización del milagro fue una clara evidencia de la
presencia del Señor, situación que sirvió al pueblo para que
pudiera identificar con claridad cuál era el verdadero Dios.
Apocalipsis 13 describe el esfuerzo por falsificar la
presencia de Dios mediante realizaciones milagrosas
destinadas a persuadir a los seres humanos de que, en el
conflicto cósmico, los poderes del mal representan al verdadero
Dios. Se va a producir una falsa manifestación —teofanía—,
cuyo efecto hará que mucha gente adore a la bestia y al dragón
(13:4, 12). Sabemos que la mayor teofanía jamás vista por
hombre alguno está por producirse. Pablo lo expresa de este
modo: "la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y
Salvador Jesucristo" (Tito 2:13). Un hecho sin precedente se
realizará en ocasión de la segunda venida de Cristo.
Respondiendo la pregunta formulada, podría afirmar que el
simbolismo de hacer descender fuego del cielo es utilizado
para indicar que el falso profeta intentará por todos los medios
darle validez a su pretendida misión divina realizando milagros
en el mundo. Sin embargo, sobre la base de lo que dijimos en
los párrafos precedentes, aventuraré una interpretación más
específica. En la descripción que hace el Nuevo Testamento
acerca del regreso del Salvador, el fuego desempeña una
función teofánica. El que vendrá es "nuestro Dios y Salvador".
Pablo nos da un buen argumento: "...Cuando se manifieste el
Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, en
3. llama de fuego..." (2 Tes. 1:7).
Me parece que para los apóstoles el símbolo del fuego que
cae del cielo señala el glorioso acontecimiento de la segunda
venida de Cristo. Entonces, para la raza humana y para las
fuerzas del mal resultará meridianamente claro que Cristo es
nuestro verdadero Dios y Salvador. Si aceptamos este
planteamiento, podemos concluir que la declaración de
Apocalipsis 13 que estamos comentando, describe el intento
por parte de los poderes malignos de imitar la segunda venida
de Cristo con el propósito de engañar a los seres humanos. El
apóstol ya lo anticipó: "Y no es maravilla, porque el mismo
Satanás se disfraza como ángel de luz" (2 Cor. 11:14).
Permítanme recordarles que las fuerzas del mal no tienen
potestad con relación a los que pertenecen al Señor. Ellas
fueron derrotadas por Cristo, y su victoria es la nuestra. Jamás
podrán imitar en forma adecuada la venida de Jesús. "Pelearán
contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque es Señor
de señores y Rey de reyes; y los que están con él son
llamados, elegidos y fieles" (Apoc. 17:14).