El biomagnetismo es un enfoque terapéutico alternativo que utiliza imanes de alto campo para restablecer el equilibrio de pH en el cuerpo y así ayudar al cuerpo a curarse a sí mismo. Fue descubierto en 1988 y se basa en la colocación precisa de pares de imanes en áreas específicas del cuerpo. Al mantener un pH equilibrado, los patógenos no pueden sobrevivir y las células pueden funcionar correctamente. Diferencia del biomagnetismo de otras terapias alternativas en que utiliza pares de
1. ¿Qué es el biomagnetismo?
El biomagnetismo es un efoque
revolucionario, científico y
terapéutico del bienestar, que
difiere de la medicina
tradicional, de la homeopatía y
de las terapias naturales y con
hierbas. Es perfectamente
compatible con cualquier otra
modalidad tradicional o
alternativa. Es un enfoque de la salud practicado internacionalmente
que busca alcanzar un equilibrio bioenergético en el cuerpo humano: el
estado de salud natural conocido como “homeostasis”. Involucra la
colocación precisa y adecuada (polo norte/sur) de imanes con fuerza de
alto campo especiales sobre áreas muy específicas del cuerpo para
ayudar a la regulación del pH en estas áreas. Al mantener una decuado
pH, se puede restablecer la homeostasis y así el cuerpo pueda curarse a
sí mismo. Esta terapia estimula la función normal del sistema
inmunológico, aumenta la cirulación y la oxigenación y normaliza la
respuesta a la inflamación y muchos otros efectos positivos en el
cuerpo. Se cree que los desequilibrios de pH pueden acumularse y
combinarse para luego desarrollar síntomas, síndromes y otras
condiciones en nuestro cuerpo.
También conocido como el Par Biomagnético, fue decubierto por
eldoctor Isaac Goiz en Ciudad de México, México en 1988. El PBM
(Par Biomagnético) estudia, detecta, clasifica, mide y permite la
correción de desequilibrios de pH en los organismos vivos. Al
restablecer el equilibrio de pH natural en nuestro cuerpo, diferentes
2. microorganismos como virus,
hongos, bacterias y parásitos
pueden mantenerse bajo
control por nuestras defensas
naturales renovadas.
Por ejemplo, cuando sacas un
pez del agua, no puede
sobrevivir en el nuevo
ambiente sin importar cuánto
oxígeno y luz haya
disponible. Todos los peces
necesitan agua para
sobrevivir, pero algunos necesitan agua salada, mientras que otros
necesitan agua dulce. Además, todos los que han tenido un acuario o
estanque conocen la importancia del equilibrio de pH en el agua. No
somos diferentes. Nuestro cuerpo está hecho de más de 65 % de agua y
tiene un equilibrio de pH muy específico que necesita mantenerse si
queremos estar sanos. Si restablecemos nuestro equilibrio de pH natural
del cuerpo en el hígado, los pulmones, el páncreas, los riñones, los
músculos, las articulaciones, el estómago, el intestino delgado y el
largo, entonces estos órganos empezarán a funcionar de forma correcta.
La vieja frase “eres lo que comes” se mantiene cierta. Si comemos
alimentos que producen ácidos, entonces nuestro estómago cambiará a
un pH más específico. Se cree que un pH más ácido promueve la
inflamación y otras condiciones crónicas como el cáncer.
La escala de pH va desde 0 a 14. El 7 es neutral, debajo de esa cifra es
ácido y por encima es escalino. La sangre arterial y venosa debe
mantener un ligero pH alcalino: el pH de la sangre arterial = 7,41 y el
pH de la sangre venosa = 7,36. Debido a que el pH normal de la sangre
arterial es 7,41, se han creado una variedad de enfoques basados en
3. incremetar la alcalinicidad de los tejidos, como la dieta vegetariana, el
consumo de jugos de frutas y vegetales frescos y una dieta
sumplementaria con minerales alcalinos para mantener el pH del
cuerpo. A pesar de que estras estrategias ayudan a mentener el pH, tal
vez no sean suficiente en el ambiente difícil de hoy.
El Dr. Goiz reveló que es posible recuperar estados metabólicos de
salud a través del uso de campos biomagnéticos de mediana intensidad
producidos por imanes de 1000 a 4000 Gauss. Estos se aplican en pares
en partes específicas del cuerpo llamados Pares Biomagnéticos. Este
enfoque es un tipo de bioretroalimentación, donde los Pares
Biomagnéticos se complementan entre ellos, conduciendo a la
homeostasis.
Al aplicar estas BMP en ubicaciones específicas del cuerpo, se permite
el adecuado restablecimiento del pH en esa área y, si están presentes,
los patógenos no pueden sobrevivir en este ambiente de pH. Las células
empiezan a estar saludables y el cuerpo comienza a curarse a sí mismo.
Finalmente, el proceso de curación se produce cuando el pH está en
equilibrio y alcanza el nivel óptimo que determina el bienestar de la
persona, que antes de la terapia estaba alterado por la presencia de
microorganismos patógenos que distorcionaban los niveles de acidez y
alcalinicidad (pH) de los órganos. Esto es lo que sostiene el fenómeno
bioenergético.
El biomagnetismo es igual a la
magnetoterapia? No.
No es igual a la magnetoterapia. Esta técnica se ha aplicado con el
principio de un sólo polo para disfunciones o lesiones bajo dos
conceptos: a) el polo sur como analgésico, b) el polo norte como
antiinflamatorio. Los campos magnéticos utilizados para este fin son de
4. baja intensidad (entre 100 a 500 Gauss) y se aplican por largos periodos
de tiempo, horas o días y en áreas que muestran síntomas específicos.
El fin de esta explicación es establecer la diferencia entre la
magnetoterapia y el biomagnetismo. El biomagnetismo y los Pares
Biomagnéticos son unfenómeno vibracional, no relacionados con la
medicina estándard ya que no suprime síntomas o afirma “curar”
enfermedades como clama la medicina lincenciada. El tiempo de
aplicación de la terapia varía de 20 a 90 minutos dependiendo a la
ubicación de la persona en relación con el ecuador.
Tradicionalmente, el biomagnetismo ha sido utilizado para tratar
condiciones como:
Alergias, anemia, asma, sinusitis, acné, psoriasis, migrañas, VIH,
SIDA, arritmia, diabetes, influenza, fatiga crónica, herpes, fibromalgia,
Alzheimer, tunel carpiano, dolor crónico, ciática, cáncer, dolor de
espalda, artritis, reumatismo, circulación pobre, transtornos digestivos,
transtornos pulmonares, transtornos de la piel, hongos, parásitos,
menopausia, estrés, Parkinson, colesterol alto, impotencia, hepatitis,
infertilidad, meningitis, tendinitis, úlceras, depresión, ansiedad,
autismo, transtorno por déficit de atención, entre otros.