El documento habla sobre la necesidad de que los investigadores tengan seguros que cubran posibles daños derivados de sus estudios de investigación clínica. Explica que la mayoría de los profesionales de investigación no saben que sus pólizas usualmente excluyen actividades de investigación. También señala que los patrocinadores deben asegurar la cobertura de riesgos para las personas que participan en los estudios. Finalmente, describe diferentes tipos de seguros disponibles para investigadores, instituciones, sitios de investigación y protocolos.