La gestión de la confianza en contraposición a la gestión del riesgo. Nos puede volver más humanos, pero a la vez más propensos al riesgo.
La confianza es subjetiva, el riesgo es analítico. La confianza está basada en la certeza de los buenos actos de terceros, el riesgo en la incertidumbre. La confianza se soporta en la evidencia empírica, el riesgo en evidencia fáctica y probabilística. Pero ambos son extremos de una misma línea.
La Magia de Pensar en Grande -- David J_ Schwartz.pdf
Gestión de la confianza
1. Gestión de la Confianza: El riesgo de confiar
El GPS nos muestra la ruta que debemos seguir, casi todos seguimos ciegamente sus
indicaciones para llegar a nuestro destino. Pero tener confianza ciega en estos
dispositivos puede salirnos caro.
Sólo nos muestra el camino y no la altura o la anchura de puentes y túneles o lo
riesgoso que puede ser la zona que atravesamos.
La gestión de la confianza en contraposición a la gestión del riesgo. Nos puede
volver más humanos, pero a la vez más propensos al riesgo.
La confianza es subjetiva, el riesgo es analítico. La confianza está basada en la
certeza de los buenos actos de terceros, el riesgo en la incertidumbre. La
confianza se soporta en la evidencia empírica, el riesgo en evidencia fáctica y
probabilística. Pero ambos son extremos de una misma línea.
Me paso:
Calle Uno, cuadra 2, Corpac, San Isidro.
Una calle de un solo sentido, donde está
permitido estacionar del lado izquierdo.
Presenta una zona de parqueo autorizado y
sin ninguna señal que restrinja el no poder
hacerlo. Por si, pregunte a un sereno de la
municipalidad con uniforme y distintivos de
la municipalidad, que pasaba en ese
momento en su bicicleta, si podía dejar el
auto en dicha zona, aseverando que no
había problemas. En ese proceso de
estacionar, me percato que del lado
izquierdo existía una vereda peatonal que
salía justo frente al auto, y creo que con el
correcto sentido de no impedir el libre
tránsito de algún peatón, procedo a
adelantar ligeramente el auto. Durante estas
acciones me percate que dos personas con uniforme y distintivos de la
municipalidad observaban, mi actuar. No me indicarón nada.
Confié que todo estaba correcto!!, baje del auto y me dirijo a realizar los trámites
que me llevaron por aquel sitio. No creo que hayan pasado más de dos horas, que
retorno a lugar donde deje mi auto, y en la medida que me acercaba mi pulso se
aceleró, pues no veía mi auto donde lo deje. ¿Me equivoque de calle?, ¿Me lo
robaron? … al llegar certeramente al lugar donde había dejado el auto y observar
el sitio, observe pegado en la vereda un letrero circular que contenía el número de
la placa de mi auto e indicaba escuetamente que había sido remolcado a la playa
municipal del distrito.
… El motivo manifestado por los funcionarios que me atendieron una hora después
de haber llegado a sus oficina, es que había bloqueado la señal de transito de
‘Pare’ con mis llantas delanteras…. y toda su verborrea que recitan como
2. autómatas con el ánimo que no reclamen y paguen lo que ellos arbitrariamente
consideran la compensación por afectar el libre tránsito, en el distrito más remolcar
el auto y la guardianía en la playa municipal (S/.420 en menos de dos horas). Me
olvidaba mencionar que la playa municipal estaba a no más de tres cuadras del
sitio desde donde remolcaron el auto.
Confié en mi juicio de conocer las restricciones de la reglamentación de
tránsito.
Confié en lo asegurado por un sereno municipal.
Confié en la omisión de observaciones realizadas por dos personas de la
municipalidad.
Confié en él correcto juicio de comprensión que podían tener los
funcionarios que me atendieron.
Pero olvide, que lamentablemente, vivimos en la cultura de la desconfianza, una
cultura donde nuestra palabra no vale nada, donde el objetivo primario es llenar las
arcas, no perdonar, no advertir, esperar que caigan en la trampa!.
Lecciones aprendidas:
Si gestionamos el riesgo, aumentamos nuestra confianza, a costa de
volvernos robóticos, lentos y burocráticos.
Si gestionamos la confianza, disminuimos el riesgo. Nos humanizamos,
aceleramos nuestros procesos (pues confiamos en el correcto accionar de
terceros), pero quedamos expuestos a idiosincrasias que están fuera de
este concepto y nos pueden hacer mucho daño.
Por lo tanto el arte estaría en “Confiar, pero Verificar” (Proverbio ruso).
Escrito por: Ing. CIP Ulises Ubillus Galarreta. Lima, Perú.
(+51)998474500, https://pe.linkedin.com/in/ulises-ubillus