Escrito de Bartolomé Sánchez Franco agradeciendo la Coronación de Ntra. Sra. de la Estrella, Patrona de Chucena (Huelva). Expediente de solicitud iniciado el 18 de septiembre de 1994

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GRACIAS POR LA CORONACIÓN
Para que la coronación de nuestra Patrona haya sido una
realidad ha tenido que ocurrir una serie de acontecimientos
positivos a lo largo de muchos años. Es por ello que sería de
justicia agradecer, aunque sea sin la profundidad que requeriría,
a las personas o grupos de personas que lo han hecho posible.
Gracias a las hermanas Vicenta y Remedios Gutiérrez
Marín, que el 5 de agosto de 1944 (hará 70 años dentro de dos
meses) regalaran las coronas de oro que hoy se han impuesto
de forma oficial.
Gracias a Martín Sánchez por la fundación de la
Hermandad y por el Patronazgo de la Virgen de la Estrella. Y a
las Juntas de Gobierno que le apoyaron.
Gracias a D. Jesús Alcudia, Párroco, por su apoyo en el
Patronazgo.
Gracias a Manuel Solís, Agustín Cobos, Anselmo Monge y
Ramón Franco, por ser eternos guardianes de la devoción a
nuestra Patrona y de la Chucena cultural y cultual en todos sus
ámbitos.
Gracias a Manolo Cobos y a su Junta de Gobierno por la
continuación en la labor de la Hermandad.
Gracias a D. Justino Espuela, Párroco de Chucena por
firmar, junto al que escribe el presente texto, la solicitud de la
coronación, que se presentara oficialmente en el Obispado el día
27 de enero de 1995 y por su trabajo en todos estos años para
su consecución.
Gracias, delegadas y delegados de calles, por vuestro
trabajo y entrega a lo largo de la vida de la Hermandad y, en
especial, en la recogida de firmas que acompañaban la solicitud
de coronación mencionada.
Gracias a Eduardo Bermúdez, Antonia León y Hermenegildo
Pérez y a todos los miembros de sus juntas de gobierno, por el
empeño y los esfuerzos realizados para que hoy veamos a
María, Nuestra Estrella, Coronada, y en especial a la que en
estos momentos llevan el peso de todos y cada uno de los actos.

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Gracias a cada uno de los que apoyaron con su firma en la
solicitud y con su trabajo para la consecución de más firmas, de
manera que de Chucena firmó el 96% de los mayores de edad,
así como devotos de otras poblaciones.
Gracias a las entidades que apoyaron, según se recogen en
el expediente de Coronación iniciado el 18 de septiembre de
1994, concretamente a:
 Hermandad de Santísimo Cristo de Burgos y Ntra. Sra. de
los Dolores.
 Hermandad de Ntra. Sra. del Rocío de Chucena.
 Asociación de la Divina Pastora y San Isidro Labrador
 Alcaldía y Ayuntamiento de Chucena.
Gracias a la Hermandad Sacramental de Ntra. Sra. de la
Estrella, Patrona de Chucena, en cada uno de sus hermanos y
hermanas.
Gracias, Excmo. Y Rvdmo. Señor Obispo de la Diócesis de
Huelva, D. José Vilaplana Blasco, por haber aprobado y
realizado la coronación de nuestra Patrona.
Se expresó en la solicitud la gran devoción que a la
sagrada imagen se le ha tenido y se le tiene. A ello habría que
añadir que, a lo largo de la historia, este pueblo ha
honrado y rogado a Dios, a través de Ella. Sabemos que Cristo
es el único mediador, pero tenemos la certeza de que María,
bajo la advocación de Estrella, es mediadora ante Dios dé
Chucena, tal como nos indicó la Iglesia en el documento
del Patronazgo Canónico.
Nuestra Celestial Patrona ha reinado eternamente
coronada en el corazón de todos los hijos de Chucena y de
cuantos devotos de otras poblaciones con fervor se han
acercado a Ella. La Santísima Virgen de la Estrella es Reina
de nuestros corazones, Reina de nuestros hogares, Reina
de nuestras vidas; somos sus vasallos y por ello nos esforzamos
día a día en cumplir sus mandatos, que nos es otro que el
mencionado en las bodas de Caná: "Haced lo que Él os diga".
Con la coronación canónica correspondemos a la inmensa
deuda que Chucena tiene con su Patrona y Madre amorosa.
Ella merece el supremo honor litúrgico que esto significa.

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Con esta coronación hemos de dejar caer todas aquellas
coronas que posan sobre nuestras
cabezas: coronas de envidia, coronas de egoísmo, coronas de
desalientos, coronas de desórdenes, coronas de... Y con todas
esas coronas caídas, hacer una corona espiritual y perpetua a la
Virgen.
Al pensar en la coronación, no hemos de pensar solamente
en el hoy. Hemos de pensar también en el ayer y en el mañana.
En el ayer porque fueron nuestros antepasados los que, siglos
tras siglos, mantuvieron firme la viva devoción a María
Santísima, que, como Estrella, nos guía al Salvador. En el
hoy porque, tal como nos indica el mariólogo José María
Garelli, "el hombre de hoy corre peligro de vivir y morir perdido
entre la materia. Es necesario que se eleve, mire al horizonte,
descubra la Estrella y la siga hasta dar con el Sol que salva,
Jesús.” Y en el mañana porque Chucena, como cualquier
pueblo, necesita ser reevangelizado con la cooperación de
María, en el sentido manifestado por S.S. Juan Pablo II en los
Congresos Internacionales Marianológicos y Marianos celebrados
en Huelva: "María ha de ser también la Estrella de esa Nueva
Evangelización a la que la Iglesia se siente llamada en los
comienzos del tercer milenio cristiano".
Permitidme que concluya este artículo de agradecimiento, con
las palabras con las que el Santo Padre Francisco I termina su
Exhortación Apostólica “Evangelli Gaudium” y firma en la solemnidad
de Jesucristo, Rey del Universo.
“Estrella de la nueva evangelización,
ayúdanos a resplandecer en el testimonio de la comunión,
del servicio, de la fe ardiente y generosa,
de la justicia y el amor a los pobres,
para que la alegría del Evangelio
llegue hasta los confines de la tierra
y ninguna periferia se prive de su luz.
Madre del Evangelio viviente,
manantial de alegría para los pequeños,
ruega por nosotros.
Amén. Aleluya. “