Granada tuvo su época de mayor esplendor bajo el dominio musulmán entre los siglos XI y XIII, cuando se construyó la Alhambra. Tras la reconquista cristiana en 1492, la ciudad floreció culturalmente pero expulsó a los moriscos en 1571. En los siglos posteriores, Granada se expandió urbanísticamente y desarrolló su industria, mientras que en el siglo XX consolidó su infraestructura.