El documento describe el origen de Halloween como un festival celebrado por los celtas en honor al dios de la muerte y las tinieblas. Los druidas se disfrazaban y recorrían las casas recolectando ofrendas; si no quedaban conformes, realizaban trucos como quemar campos o enfermar a la familia. También llevaban nabos huecos con caras grabadas que usaban como linternas. Actualmente, estas tradiciones se incorporaron a las festividades populares en Estados Unidos y América Latina.