El documento describe la vida de Miguel Febres Cordero, un religioso ecuatoriano y educador miembro del Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas. Nació en 1854 en Cuenca, Ecuador con una discapacidad en los pies. A los 5 años comenzó a caminar gracias a la intervención de la Virgen María. Estudió en una escuela fundada por los Hermanos Cristianos y se unió a su orden en 1868 con el nombre de Hermano Miguel. Dedicó su vida a la enseñanza de niños de todas las clases sociales en Ecuador