La confederación peruano-boliviana liderada por Andrés de Santa Cruz en la década de 1830 causó gran alarma en los países vecinos como Chile. La confederación buscaba promover el libre comercio entre Perú y Bolivia, pero también despertó recelos en Chile sobre la unión de los dos países. La confederación finalmente se disolvió a inicios de 1839 ante las campañas restauradoras contra Santa Cruz.