El documento habla sobre la historia de un niño mendigo que fue adoptado por un rey sin hijos y se convirtió en príncipe. Sin embargo, el príncipe seguía actuando como un mendigo porque no podía aceptar su nueva identidad. El documento sugiere que, al igual que el príncipe necesitaba darse cuenta de que ahora era un príncipe, los creyentes en Cristo necesitan tener conciencia de su nueva identidad como hijos de Dios y vivir de acuerdo a ella.