Las primeras computadoras aparecieron a finales de la década de 1950, permitiendo representar descripciones de manera no ambigua y obtener resultados útiles. La máquina analítica de Charles Babbage en 1830 fue un primer intento de computadora moderna con división de funciones y capacidad de ejecutar diferentes operaciones mediante cambios en las especificaciones. Las computadoras pueden ser analógicas, manejando información de forma continua, o digitales, trabajando con datos discretos en bits de manera no continua.