El documento describe la evolución de los ordenadores a través de tres generaciones, comenzando con los primeros ordenadores de la década de 1940 que usaban bulbos para procesar datos ingresados a través de tarjetas perforadas y almacenar la información en tambores magnéticos, luego la segunda generación en la década de 1950 que utilizó transistores y núcleos magnéticos, y finalmente cómo en los últimos 60 años los ordenadores han pasado de medir 3 metros a ser portátiles de 20 centímetros.