El primer himno nacional de Chile data de 1819, cuando el gobierno encargó su creación a Manuel Robles y Bernardo de Vera y Pintado. Su Canción Nacional se estrenó en 1820 y se acostumbraba a cantar todas las noches en el teatro. Años después, en 1847, el gobierno encargó a Eusebio Lillo un nuevo texto para reemplazar el poema original, conservando la estrofa del coro. Tanto el himno de Carnicer como el texto de Lillo tuvieron que vencer resistencia popular antes de imponerse.