El poema narra un sueño en el que el autor ve su vida representada en el cielo mientras camina junto a Jesús a la orilla del mar. Observa dos pares de huellas en la arena, pero en momentos de tristeza solo ve un par, lo que le causa confusión. Jesús le explica que cuando sienta aflicción, Él lo llevará en sus brazos por lo que no habrá huellas del autor en la arena.