Las criptomonedas como el Bitcoin han revolucionado la forma de gestionar valores económicos al adaptarse a la globalización y necesidades actuales. Sin embargo, su legalidad y seguridad son cuestiones controvertidas debido a que los gobiernos no pueden controlar transacciones transfronterizas. Aunque las criptomonedas ofrecen rentabilidad, también implican riesgos dado su volatilidad, por lo que no se aconseja invertir los ahorros.