La Revolución Francesa transformó el terreno político, jurídico, religioso e ideológico de Francia y Europa entre 1789 y 1810. Los conservadores fueron inicialmente derrotados por los radicales, pero luego fueron desplazados por los liberales. La revolución estableció nuevas palabras e ideas como libertad, igualdad, fraternidad y soberanía nacional que aún perduran.