La tecnología tiene buenos y malos impactos en la educación. Entre los beneficios se encuentran que los estudiantes tienen fácil acceso a información y que los maestros pueden hacer las clases más entretenidas utilizando presentaciones, imágenes y videos. Algunos de los impactos negativos son que los jóvenes pasan demasiado tiempo en redes sociales y jugando videojuegos, lo que no ayuda a desarrollar sus capacidades mentales.