1) Justiniano gobernó el Imperio Bizantino entre 527 y 565 d.C. e impulsó importantes reformas. 2) Estableció un sistema en el que el emperador era considerado representante de Dios en la Tierra y podía nombrar a patriarcas y obispos de la Iglesia Ortodoxa. 3) Sus reformas también incluyeron la codificación del derecho romano y la construcción de la basílica de Santa Sofía.