La fiesta del Corpus Christi celebra la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía. Se conmemora el jueves después de la Trinidad para aumentar la fe de los católicos en que el cuerpo y la sangre de Cristo están presentes en el pan y el vino después de la consagración. Se originó en el siglo XIII y es una celebración importante en países europeos y latinoamericanos.