Las causas internas y externas que llevaron a la independencia de los países de América del Sur a principios del siglo XIX incluyen las deficiencias de la administración colonial española, las ideas de la Ilustración, y la invasión de Napoleón a España y Portugal. La independencia se logró en cada país por medio de revoluciones y victorias militares sobre los realistas españoles, y tuvo como resultado la fragmentación de América Latina en nuevas repúblicas presidencialistas dedicadas principalmente a la exportación de materias primas.