2. Los primeros auxilios son medidas terapéuticas urgentes
que se aplican a las víctimas de accidentes o enfermedades
repentinas hasta disponer del tratamiento especializado.
El propósito de los primeros auxilios es aliviar el dolor y la
ansiedad del herido o enfermo y evitar el agravamiento de
su estado. En casos extremos son necesarios para evitar la
muerte hasta que se consigue asistencia médica.
Estos varían según las necesidades de la víctima y según
los conocimientos del socorrista. Saber lo que no se debe
hacer es tan importante como saber qué hacer, porque una
medida terapéutica mal aplicada puede producir
complicaciones graves.
3. Hay diferentes tipos de accidentes con niños y bebés, los primeros
auxilios que aplicaremos dependen del accidente y sus
características.
Los objetivos del auxilio previo a la atención médica son:
• En casos graves, lo primordial es intentar salvar la vida del niño.
• Evitar lesiones posteriores.
• Mantener la calma y llamar al médico
• Tratar de no mover al herido más de lo estrictamente necesario.
• Examinar cuidadosamente al niño.
• Calmar a la víctima.
• Llamar a los servicios de atención de emergencias de inmediato.
• Controlar la respiración y el pulso del pequeño.
• En caso de que no respire o tosa intensamente y su color se torne
azulado, esto indicaría que puede estar atragantado con algún
objeto. En dicho caso, intentaremos hacer que expulse el elemento
perturbador.
4. Dejar a la víctima sola.
Tocar la herida sin protección.
Mover a la víctima sin necesidad.
Acosar con preguntas a la víctima
Intentar acomodar los huesos en caso de fractura
Dejar una hemorragia sin atender
No debe suministrarse medicinas, alimentos o
bebidas a una víctima.
Si un niño tose insistentemente, es preferible dejarlo
toser libre que intentar quitar lo que obstruye su
garganta, seguramente es algo que saldrá solo. A
menos que comience a ponerse morado o se desmaye
5. Las situaciones de asfixia se presentan cuando un objeto se
atora en la tráquea haciendo que la respiración se vuelva
muy difícil o imposible.
Es de esperarse que casi todo lo que un niño agarre con
sus manos termine en su boca. Por este motivo, los padres
y maestros que reciben instrucción sobre cómo prestar los
primeros auxilios y realizar CPR pueden salvar a muchos
niños de la muerte por asfixia o ahogamiento.
La muerte de un niño por asfixia se puede presentar en
cuestión de minutos. De hecho, en sólo 4 minutos puede
producirse daño cerebral. Debido a la falta de aire, la
muerte del niño puede sobrevenir en un lapso de 4 a 8
minutos.
6. Este procedimiento puede salvar la vida de una víctima
por asfixia o ahogamiento, ya que facilita la expulsión de
los objetos que obstruyen la vía respiratoria.
Este procedimiento simple llamó la atención médica
mundial en 1972 cuando el doctor Henry Heimlich, un
prestigioso cirujano de tórax, experimentaba con técnicas
para ayudar a las víctimas de asfixia. Las noticias acerca de
este descubrimiento (un simple abrazo de oso con un
movimiento de compresión hacia arriba) se propagaron
como la pólvora y ahora se utiliza en todo el mundo.
Igualmente, este procedimiento se usa para ayudar a las
víctimas de ahogamiento por inmersión y a las personas
que sufren del asma. Con esta maniobra, el agua y el
exceso de secreción mucosa son forzados a salir de los
pulmones de una víctima de ahogamiento o de alguien que
sufre un ataque de asma.
7. Síntomas y Diagnostico:
Es importante entender la diferencia entre la tos severa y la
asfixia, debido a que cada una requiere una respuesta
diferente. Si el niño está tosiendo pero aún es capaz de
respirar y producir sonidos normales, quiere decir que no se
está ahogando. En este caso, se le debe permitir toser, ya que
con este reflejo natural es probable que expulse el objeto por
sí solo. Las cosas realmente pueden empeorar si la persona
que lo cuida intenta retirar el objeto.
Si el bebé está tosiendo únicamente en forma leve o es incapaz
de respirar o producir sonidos normales y su rostro empieza a
cambiar de color rojo a azul, esto quiere decir que se está
presentando una situación de asfixia. En este caso, se deben
administrar los primeros auxilios de inmediato, como se
describen en la siguiente sección.
8. Tratamiento:
Si el bebé está consciente, se recomienda
usar estas técnicas para expulsar el objeto
que le está causando la obstrucción.
Debido a que los órganos internos del bebé
son frágiles, no se recomienda la maniobra
de Heimlich utilizada en niños y adultos. En
lugar de esto, la Academia Americana de
Pediatría (American Academy of Pediatrics)
recomienda realizar los siguientes pasos:
9. En caso de que otra persona se encuentre en el lugar de los
hechos, se le debe pedir que solicite el servicio de emergencia.
Se debe colocar al bebé boca abajo sobre el antebrazo de la
persona que lo está auxiliando, teniendo en cuenta que tanto
la cabeza como el cuello estén estabilizados, y apoyar el
antebrazo firmemente contra el cuerpo con el fin de lograr un
soporte adicional. Si se trata de un bebé grande, en lugar de
colocarlo sobre el brazo, se lo puede colocar boca abajo sobre
las rodillas, procurando que la cabeza del niño quede en una
posición más baja que la de su tronco y que esté firmemente
apoyado.
Con la parte posterior de la palma de la mano, se dan 5 golpes
rápidos en la espalda, entre las escápulas.
Si el bebé aún no puede respirar, debe voltearlo, colocarlo en
una superficie firme y realizar compresiones pectorales
rápidas con dos dedos sobre la mitad inferior del esternón, a
un dedo de ancho por debajo de los pezones.
10.
11. En caso de que el bebé esté inconsciente, es necesario hacer
algo inmediatamente para abrir la vía respiratoria.
Se debe usar la técnica del levantamiento de la lengua y la
mandíbula para intentar observar el cuerpo extraño, colocando la
palma de la mano en la frente del bebé e inclinándole la cabeza
hacia atrás. Con la otra mano, se debe levantar la barbilla hacia
adelante.
No se recomienda tratar de sacar el objeto, a menos de que se
pueda ver, en cuyo caso se extrae con los dedos. (Ilustración 3).
Si el bebé no comienza a respirar por sí solo, se debe tratar de
iniciar la respiración boca a boca o la técnica boca a boca y nariz
administrándola dos veces. Se recomienda repetir las series de
levantamiento de lengua y mandíbula, respiración, golpes en la
espalda y compresiones en el pecho.
Si después de un minuto no se ha tenido éxito, se debe llamar al
número de emergencia local.
12.
13. Síntomas y diagnóstico
Por lo general el niño que se está ahogando o asfixiando se
sujeta la garganta con sus manos y es posible que presente
una mirada de pánico o miedo o que su piel cambie de
color. En caso de no estar seguro si el niño se está
ahogando, se le debe preguntar si puede hablar.
Si el niño está inconsciente se debe:
› Observar si hay movimiento en el pecho o en el estómago.
› Escuchar si se presenta tos o cualquier otro tipo de ruido
respiratorio.
› Sentir si sale aire al poner la mejilla cerca de la boca.
14. Tratamiento:
Si el niño esta consiente y es capaz de toser fuertemente,
hablar o llorar significa que no hay obstrucción o que ésta es
leve. Se recomienda buscar asistencia médica para ayudarlo
posteriormente.
En caso de que el niño esté consciente pero no pueda respirar,
se debe intentar administrar la respiración boca a boca, para lo
cual se inclina la cabeza del niño hacia atrás y se pinza la nariz
sujetándola con los dedos pulgar e índice.
Luego, la persona que realiza el rescate debe inspirar
profundamente, colocar su boca sobre la boca del niño y
exhalar. Este proceso se repite y si el pecho del niño se eleva, se
debe continuar dándole respiración hasta que pueda respirar
por sí solo.
15. En caso de observarse que el pecho no se eleva, se
debe intentar efectuar compresiones abdominales
colocándose detrás del niño y rodeándole la cintura
con los brazos.
Luego se debe colocar el puño por encima del
ombligo del niño, cubrir el puño con la otra mano y
efectuar una compresión rápida hacia arriba.
En caso de que otra persona esté presente, se le
debe pedir que llame al número de emergencia,
pero si la persona que realiza el rescate se
encuentra sola y el procedimiento no surte efecto
después de 1 minuto, debe llamar ella misma al
número de emergencia.
16.
17. Si el niño está inconsciente, se recomienda
colocarlo boca arriba.
Algunas veces, la lengua puede obstruir la
respiración cuando la víctima inconsciente está
acostada. Cuando esto ocurra, se puede sacar la
lengua agarrando la mandíbula inferior y halando
hacia adelante.
Con los dos primeros dedos de la mano, se examina
la parte interior de la boca para retirar cualquier
desecho. No se recomienda llevar a cabo el examen
de la boca con los dedos en niños menores de 8
años, a menos que se pueda ver el objeto.
Se debe verificar de nuevo la respiración,
observando si se presenta el movimiento de
elevación y contracción en el pecho del niño y
colocando la mejilla cerca de su boca, para así sentir
si sale aire y escuchar si se presenta cualquier ruido
respiratorio.
18. Si el niño aún no respira, la persona debe arrodillarse ubicándose
con una pierna a cada lado de las piernas o de las caderas del niño.
Con los dedos extendidos, colocar una mano sobre la otra en el
espacio entre el ombligo y el esternón. Luego se efectúan hasta 5
compresiones rápidas hacia arriba .
Después de cada serie de compresiones, se presiona la frente del
niño hacia atrás con la palma de una mano y se le levanta la
barbilla hacia adelante.
Se debe dar respiración boca a boca y continuar con el ciclo de
compresiones, levantamiento de mandíbula y respiraciones hasta
que se observe que el niño esté respirando.
Si la persona que realiza el procedimiento se encuentra sola en esta
situación, la primera prioridad debe ser lograr que el niño respire
de nuevo y si no lo consigue después de 1 minuto, debe solicitar
ayuda al número telefónico de emergencia.
19. Se puede ayudar a prevenir la asfixia prestando
mucha atención cuando el bebé comienza a
ingerir alimentos sólidos, lo cual generalmente
sucede al primer año de edad.
De igual forma, se aconseja inspeccionar los
juguetes del bebé para asegurarse de que no
hayan pequeñas partes que pudieran causar una
situación de asfixia.
Las siguientes son recomendaciones de la
Academia Americana de Pediatría (American
Academy of Pediatrics) acerca del manejo de
alimentos, juguetes y otros objetos:
20. Cortar o partir el alimento en pedazos fáciles de morder y
estimular al niño para que mastique bien el alimento.
Evitar darle al niño alimentos redondos tales como tiras de
carne, perros calientes (hot dogs), rodajas de apio, rodajas de
zanahoria y uvas, ya que éstos se pueden alojar fácilmente en su
garganta. Si desea darle este tipo de alimentos al bebé, debe
cortarlos en tiras o trozos pequeños que no sean redondos.
No se debe dar a los niños alimentos duros y lisos como el maní,
el cual se debe masticar con un movimiento de pulverización
que los niños no dominan hasta tener aproximadamente 4 años.
No se le debe permitir al bebé comer mientras gatea, juega o
corre y se le debe enseñar a masticar y deglutir el alimento antes
de hablar o reír.
Se recomienda supervisar las comidas muy de cerca y no
permitir que los hermanos mayores se encarguen del proceso de
alimentación del bebé.
21. Se deben buscar las pautas de edad del juguete antes de
seleccionarlo. Las regulaciones gubernamentales
especifican que los juguetes para niños menores de 3 años
no pueden tener partes que midan menos de 1 pulgada de
diámetro (2,5 centímetros) y 2 pulgadas de largo (5
centímetros). Si los hermanos mayores tienen juguetes con
partes pequeñas, se deben mantener fuera del alcance de
los bebés.
Se debe tener cuidado con otros objetos que han sido
asociados con situaciones de asfixia tales como globos
desinflados, pedazos de globos rotos, elementos sacados
de la basura, ganchos de seguridad y monedas.
Se debe revisar con frecuencia por debajo de los muebles y
entre los cojines para buscar objetos peligrosos y pequeños
que los niños pudieran encontrar.
22. La mayoría de los niños curiosos comen tierra en algún
momento. Normalmente, la ingestión de una pequeña
cantidad es inofensiva, pero en cambio, el ingerir tierra
que haya sido recientemente fumigada con fertilizantes o
insecticidas es peligroso. En estos casos, es necesario
llamar al médico o al Centro de Control de
Envenenamientos.
Otra preocupación que se presenta es el envenenamiento
causado por el plomo. Más del 80% de las casas
construidas antes de 1978 se pintaron con pintura a base
de plomo. La pintura que comienza a descascararse puede
caer al suelo del jardín alrededor de la casa y el niño puede
ingerir la pintura cuando esté jugando en el área.
23. Síntomas y diagnostico
Se debe mirar dentro y fuera de la boca del niño en busca de
evidencias de que haya ingerido tierra. Los productos químicos
pueden quemar la piel alrededor de la boca, por lo tanto se
recomienda verificar si el aliento del niño presenta algún olor a
químico. Es posible que el niño vomite o tenga problemas para
respirar si ha ingerido tierra contaminada con fertilizantes.
El envenenamiento por plomo generalmente no presenta síntomas
distintivos. En este caso, si se sospecha que el niño ha ingerido
tierra contaminada con plomo, se le debe solicitar al médico que
realice un examen para verificar el nivel de plomo en el torrente
sanguíneo. Cuando se presenta una exposición a largo plazo, el
envenenamiento por plomo puede producir incapacidad en el
aprendizaje y problemas de comportamiento. Si dicha exposición se
da en niveles muy altos, se pueden presentar convulsiones, coma e
incluso la muerte.
24. Tratamiento
Se debe enjuagar rápidamente la boca del niño con
agua y utilizar un pedazo de paño húmedo para
limpiar los restos que hayan quedado. En caso de
sospecharse que la tierra está contaminada, la
persona debe llamar al médico o al Centro de
Control de Envenenamientos, donde se le harán
preguntas sobre el tipo de insecticida, herbicida o
fertilizante presente en la tierra para así determinar
el siguiente paso a tomar.
Los medicamentos pueden reducir el nivel de plomo
presente en el torrente sanguíneo del niño. Los
casos severos algunas veces requieren de
hospitalización y el tratamiento va destinado a
eliminar el veneno del cuerpo del niño.
25. Cuando hay una inflamación del oído externo,
hablamos de una otitis externa; cuando el proceso
inflamatorio compromete la caja del tímpano,
decimos que hay una otitis media y si el proceso
inflamatorio tiene asiento en el oído interno, se
habla de una laberintitis.
La otitis media es una de las más frecuentes, se
trata de un proceso inflamatorio que compromete la
mucosa o revestimiento de la caja del tímpano.
En los niños, el dolor en el oído a menudo es
causado por la acumulación de líquido y por la
presión en la porción del oído ubicada detrás del
tímpano denominada el oído medio.
26. Un resfriado o una alergia pueden producir
la obstrucción de la trompa de Eustaquio
debido a una inflamación o a la acumulación
de las secreciones, en especial en los niños
pequeños en quienes este conducto es más
pequeño y más horizontal. Cuando la trompa
de Eustaquio se cierra, impide el drenaje
normal de líquido desde el oído medio y el
líquido se acumula, provocando una mala
ventilación, dolor, pérdida de la audición e
infección del oído.
27. Los síntomas de una infección del oído pueden
incluir fiebre, dolor de oído, irritabilidad, aumento
del llanto y manifestación de molestias.
Algunos niños presentan una pérdida de la
audición leve durante o inmediatamente después de
la infección del oído. En muy pocas ocasiones se
presenta una pérdida auditiva permanente, pero el
riesgo aumenta cuantas más infecciones tenga el
niño.
En los niños y bebés el dolor no siempre proviene
de una infección, pues se deben considerar otras
causas como la acumulación de agua durante el
baño, la retención de jabón o champú o la irritación
de los canales por el uso de aplicadores de algodón.
28. La otitis debe ser tratada por un medico,
pero hay ciertas cosas que podemos hacer
para aliviar el dolor del niño mientras este
recibe la atención medica. Entre estas:
› Colocar paños húmedos fríos en el oído externo
durante 20 minutos pueden reducir el dolor.
› Para los niños con edad de masticar chicle sin
peligro, puede ayudar a aliviar el dolor y la
presión de una infección del oído.
› Si el niño se siente incómodo al estar acostado, el
descanso en una posición vertical puede ayudar a
reducir la presión en el oído medio.
29. Todos los ambientes contienen sustancias que pueden causar
problemas de salud si éstas se ingieren o entran en contacto con
los ojos o la piel.
Los efectos negativos sobre la salud varían dependiendo del tipo
de sustancia, la cantidad de exposición, el tamaño y la edad de
la víctima.
Cada año se comunican a la Asociación Americana de Centros
de Control de envenenamientos (American Asociación of Poison
Control Centers) más de un millón de incidentes de
envenenamiento accidental en niños. En la mayoría de los casos
se presentan en niños menores de 6 años.
Entre las causas comunes se pueden mencionar elementos
domésticos como los productos de limpieza, medicamentos y
plantas. De hecho, cerca del 90% de los casos de
envenenamiento se presentan en el hogar.
30.
31. Siempre que se sospeche de un caso de envenenamiento,
se debe buscar asistencia profesional. Algunas veces, es
obvio que un niño ha ingerido algo que no debía, como por
ejemplo, cuando en su boca se encuentran trozos de
tabletas de aspirina parcialmente masticadas. A
continuation se presentan algunos otros signos de
envenenamiento:
› Decoloración o quemaduras alrededor de la boca.
› Olor semejante al de un producto químico en el aliento del niño.
› Prendas de vestir manchadas o presencia de desechos en el piso,
los muebles o cerca al lugar donde el niño se encuentra.
› Náuseas, vómito o dificultad respiratoria.
**Si hay sospechas de envenenamiento, aun si estos indicios no se
presentan, se debe llamar al Centro de Control de
Envenenamientos.
32. Si la víctima está inconsciente o es incapaz de respirar, se debe
llamar al número emergencia local para que le envíen ayuda
médica de emergencia. En caso de que la víctima no presente
estos síntomas, pero se sospeche de envenenamiento, se debe
llamar a la sede local del Centro de Control de
Envenenamientos.
El tratamiento para los casos de envenenamiento varía; por
ejemplo, en ciertos casos, el tratamiento casero es suficiente. El
personal del Centro de Control de Envenenamientos ofrece una
guía con relación al tratamiento apropiado; ellos pueden dar
instrucciones sobre la forma de inducir el vómito con jarabe de
ipecacuana o diluir el veneno con el uso de agua o leche. En
otras ocasiones, se requiere un tratamiento más intensivo en un
hospital.
No se debe inducir el vómito sin antes haber consultado con un
profesional, ya que algunos venenos, como los limpiadores de
desagües o de hornos, contienen ácidos que ocasionan más daño
de presentarse el vómito
33. Centers for Disease Control and Prevention
Web site. Disponible en: http://www.cdc.gov.
Fecha de acceso: 9 de diciembre, 1999.
Consumer Product Safety Commission Web site.
Disponible en: http://www.cpsc.gov. Fecha de
acceso: 9 de diciembre, 1999.
Mayo Clinic Family Health Book, 2nd ed. New
York: William Morrow and Company, 1996.
www.adam.com
www.priemrosauxilios.com