La segunda generación de computadoras utilizó transistores en lugar de tubos de vacío, lo que las hizo más rápidas, pequeñas y eficientes térmicamente. En la tercera generación, los circuitos integrados permitieron empaquetar múltiples transistores en un solo chip, lo que condujo al desarrollo del microprocesador y las computadoras más pequeñas. La cuarta generación incluyó las primeras computadoras personales como el Altair 8800.