Finlandia fue el primer país en reconocer el acceso a Internet como un derecho fundamental para todos los ciudadanos. La nueva legislación obliga a los proveedores de telecomunicaciones a proporcionar una conexión de alta velocidad y a un precio asequible. El gobierno finlandés busca mejorar la infraestructura para que el 99% de los finlandeses tengan acceso a Internet a 100 megabytes por segundo.