1. Intervenciones Cognitivos-conductuales
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y
vuestras mentes en Cristo Jesús. Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero,
todo lo digno, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo honorable, si hay
alguna virtud o algo que merece elogio, en esto meditad. Efesios 4:7-8.
El apóstol pablo hace alusión en estos versículos a la importancia de que nuestras
mentes o pensamientos estén guardadas en Cristo Jesús. De la misma manera a que
dediquemos el tiempo a meditar en lo que es amable, justo, puro, digno, verdadero.
Que nos concentremos en tener una sana salud mental y no pensamientos o ideas
irracionales que nos lleven a tener conductas inadecuadas.
Cuando Jesús estuvo en la tierra sostuvo encuentros con personas sobre los cuales
logro influir. Cuando se entrevisto con Nicodemo, le hablo en su propio lenguaje, y
logro que este hiciera cambios en sus creencias, para luego cambiar sus
pensamientos y conductas. Este misma oportunidad de cambio la vemos en el
encuentro de Jesús con la mujer samaritana, al dejarse guiar por el maestro la mujer
reconoció su pecado y condición y acepto hacer los cambios necesarios en su vida.
Como discípulos de Cristo y psicólogos, reconociendo que el hombre esta separado
del creador, somos sus colaboradores en la misión de construir puentes de unión y
esperanza entre Dios y la raza humanapor medio de Jesús.
“Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos
filos: y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y
DISCIERNE LOS PENSAMIENTOS Y LAS INTENCIONES del corazón”. Hebreos 4:12
Aunque la palabra de Dios por si sola , penetra hasta nuestra alma, y discierne
nuestros pensamientos, Jesús mismo nos comisionó para predicar su evangelio y
hacer discípulos; es decir somos necesarios como instrumentos en esta guerra
espiritual. Somos sus embajadores y guiados por el espíritu santo nuestra
responsabilidad es sacar de tinieblas a la humanidad. El enemigo de Dios domina las
mentes de muchos hombres, y con la ayuda de Dios y por medio de técnicas
especializadas cognitivas conductuales se hace reestructuración cognitiva para
cambiar creencias y que las personas dejen de ser esclavos de sus propias
conciencias y deseos.