El discman fue el primer reproductor de CD portátil lanzado por Sony en 1984, mientras que el iPod fue el primer reproductor de música digital portátil diseñado por Apple en 2001. Ambos dispositivos permitieron a los usuarios reproducir música de forma portátil y sincronizar sus bibliotecas musicales con sus computadoras. Con el tiempo, los reproductores de música portátiles como el iPod se hicieron más avanzados tecnológicamente y podían reproducir diferentes formatos multimedia además de música.