Jessica Cox nació sin brazos debido a una enfermedad congénita. A pesar de las dificultades iniciales, se dedicó al deporte, la danza y el canto. Actualmente es piloto de avión, la primera mujer en hacerlo sin brazos, y mentora de niños con discapacidades. Gracias al apoyo de sus padres y a su perseverancia, Jessica ha roto barreras y se ha convertido en un ejemplo de superación.