Joaquina de Vedruna fundó en 1826 la Congregación de las Hermanas Carmelitas de la Caridad en Vic (España) para dedicarse a la educación de niñas pobres y la atención sanitaria de enfermos. La congregación se expandió por Cataluña ofreciendo estas servicios inspirados en los valores del Evangelio, especialmente entre las clases más desfavorecidas.