Jessica Cox nació sin brazos debido a una enfermedad congénita. A pesar de las dificultades iniciales, se dedicó al deporte, la danza y el canto. Actualmente es la primera piloto sin brazos y ha acumulado 130 horas de vuelo en solitario. Da charlas motivacionales y ha sido mentora de niños con discapacidades. Gracias a su confianza, preparación y ambición, Jessica ha logrado superar los retos de no tener brazos y convertirse en un ejemplo de optimismo.