Cristina Fernández se dirige a una multitud desde el balcón de la Casa Rosada cuando aparece Jesucristo. Él le dice algo al oído y luego se dirige a la multitud, comparando las obras de Cristina con las suyas propias y preguntando a la multitud si es cierto que Cristina ha hecho cosas similares como dar pan, curar enfermedades, brindar educación. La multitud responde afirmativamente a todo. Finalmente Jesús les pregunta por qué no crucifican a Cristina si ha hecho tantas cosas buenas como él.