Joanne Rowling, autora de los libros de Harry Potter, se inspiró en eventos de su propia vida para crear la historia, incluyendo el apellido de un vecino de la infancia, Ian Potter, y reflejando la muerte de su madre en la historia del huérfano protagonista. Rowling también incorporó sus creencias sobre el papel de la mujer en la sociedad al darle a la personaje Hermione un papel importante en la trama.