El documento argumenta que la crisis económica actual es una oportunidad para regresar a lo esencial y alejarnos de la expansión artificial impulsada por la competencia. Propone que la contracción es necesaria después de la expansión, y que en las crisis podemos despertar y crecer. También sugiere que debemos sembrar semillas de humildad, sencillez y autenticidad para el futuro.
Palabras e imágenes donde se encarnan sentires amistosos, deseos de diálogo entre quienes, transitando por caminos sociales, por puentes interpersonales, por búsquedas interiores, por los rigores de la ciencia, por desfiladeros filosóficos, por los horizontes espirituales, por senderos metafísicos, por jardines poéticos, por el compromiso con el juego de los niños… van anhelando y construyendo una cultura de paz, de justicia, de armonía con la naturaleza, de relevancias del sentido.
Palabras e imágenes donde se encarnan sentires amistosos, deseos de diálogo entre quienes, transitando por caminos sociales, por puentes interpersonales, por búsquedas interiores, por los rigores de la ciencia, por desfiladeros filosóficos, por los horizontes espirituales, por senderos metafísicos, por jardines poéticos, por el compromiso con el juego de los niños… van anhelando y construyendo una cultura de paz, de justicia, de armonía con la naturaleza, de relevancias del sentido.
Palabras e imágenes donde se encarnan sentires amistosos, deseos de diálogo entre quienes, transitando por caminos sociales, por puentes interpersonales, por búsquedas interiores, por los rigores de la ciencia, por desfiladeros filosóficos, por los horizontes espirituales, por senderos metafísicos, por jardines poéticos, por el compromiso con el juego de los niños… van anhelando y construyendo una cultura de paz, de justicia, de armonía con la naturaleza, de relevancias del sentido.
Bajo el silencio de la vida es un libro que a través de sus letras nos va mostrando los diferentes paisajes áridos, tranquilos, llenos de abundancia, belleza y color que nos acompañan en el transcurso de la vida.
Temas como el origen de la vida, la grandeza, el amor, la tormenta y la paz; nos muestran lo bueno, lo malo, verdadero y bello que vive el hombre día a día.
A través de cortas narraciones iremos paso a paso conociendo y observando como madura el interior del ser con el paso del tiempo y las situaciones que se presentan en el camino de la vida.
Economía sagrada: un mundo donde el dinero sea el aliado de todos nuestros mejores impulsos
26/12/2011 por Atreyu
Considerado como uno de los pensadores líderes de su generación, Charles Eisenstein es un orador y escritor reconocido internacionalmente. Es autor de libros como El Ascenso de la Humanidad o Economía Sagrada, entre otros. Su trabajo se centra principalmente en la salud holística y la transformación de la conciencia humana y la civilización. Ha creado el concepto de“vivir en el don”, en relación con su trabajo sobre el dinero, la economía y la gratitud. Graduado de la Universidad de Yale en Matemáticas y Filosofía, fue a Taiwán, donde aprendió chino y se formó en las tradiciones espirituales orientales. Allí sufrió una intensísima transformación personal que le condujo a encontrar su actual mensaje. Dedicó varios años a la enseñanza del yoga y más tarde fue profesor del departamento de Ciencia de Penn State Univers.
El magnífico texto que constituye este post, del cual es autor Charles Eisenstein, constituye un excelente material de reflexión sobre un tema tan central en nuestra cultura en decadencia como es el del dinero y su utilización
Palabras e imágenes donde se encarnan sentires amistosos, deseos de diálogo entre quienes, transitando por caminos sociales, por puentes interpersonales, por búsquedas interiores, por los rigores de la ciencia, por desfiladeros filosóficos, por los horizontes espirituales, por senderos metafísicos, por jardines poéticos, por el compromiso con el juego de los niños… van anhelando y construyendo una cultura de paz, de justicia, de armonía con la naturaleza, de relevancias del sentido.
Palabras e imágenes donde se encarnan sentires amistosos, deseos de diálogo entre quienes, transitando por caminos sociales, por puentes interpersonales, por búsquedas interiores, por los rigores de la ciencia, por desfiladeros filosóficos, por los horizontes espirituales, por senderos metafísicos, por jardines poéticos, por el compromiso con el juego de los niños… van anhelando y construyendo una cultura de paz, de justicia, de armonía con la naturaleza, de relevancias del sentido.
Iniciativa Venga Mano que si es Paz'eso Taller de Escritura Creativa – Fundac...Villa Del Rosario
Este es tu Reto – El Taller- es una convocatoria a cargo de la Red de Territorios por la paz,
una iniciativa de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz que cuenta con el apoyo del
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo-PNUD y Colombia Joven y es
coordinada por la Asociación Fuente de Paz. Su segunda edición se llevó a cabo en 5
ciudades de Colombia siendo Cúcuta una de estas, a este proceso asistieron 50 jóvenes
de la región desde el 8 al 12 de marzo.
Una de las iniciativas creadas en el taller fue “Venga Mano que si es Paz'eso” la cual
obtuvo el aval de los participantes y el apoyo financiero de los patrocinadores. La iniciativa
surgió de la necesidad de visualizar y empoderar las diferentes identidades culturales
existentes en Norte de Santander, específicamente, de Cúcuta, Pamplona y Villa del
Rosario para fortalecerlas y contribuir a la construcción de paz.
Al interior de la iniciativa se propuso trabajar desde las diferentes actividades que los
integrantes desarrollan. Por lo tanto, se decidió nombrarlas como “narrativas culturales”
estableciendo las siguientes: academia, audiovisual, fútbol, literatura, grafiti, música,
radio y danza.
Dentro de la narrativa literaria se desarrollaron unas actividades que denominamos
“Talleres de escritura creativa”, los cuales le permitieron a los jóvenes asistentes
desarrollar unos escritos (poemas, ensayos, reflexiones) que demostraran que la paz
también se escribe. Para llevarlos a cabo hicimos una alianza con la Red Municipal de
Lectura y Escritura de Cúcuta y la Biblioteca Pública Julio Pérez Ferrero, las cuales
pusieron a nuestra disposición las Salas de Lectura de la ciudad y la sala TIC de la
biblioteca.
Los escritos se reúnen por este medio para ser compartidos y mostrar una de las facetas
que posee nuestra región. Una cara que demuestra el talento y esperanza por un país
mejor, en paz y empoderado por el cambio.
1. Un artículo de Jorge Carvajal Avanzar con Intro o AvPág Música: Loreena McKennitt Dantes Prayer
2. La contracción puede ser una bendición Hemos ido de ida por la vida sin darnos cuenta que nos alejábamos peligrosamente de nosotros mismos.
3. Esta crisis es una feliz oportunidad para regresar a lo que es de veras esencial: nuestra propia humanidad. Como una glaciación que congeló la expansión desordenada llegó, en la década de los años 30, la recesión de la economía mundial.
4. En nuestros días el crecimiento artificial, jalonado por la invasividad de la competencia y de la guerra, se congela de nuevo, como diciéndonos que la contracción es sólo aquello que sucede a la expansión.
5. En las crisis despertamos, de las emergencias, emergemos. Si no nos resistimos al cambio podemos en verdad crecer.
6. Y ¿Qué tal si no nos resistimos a contraernos? Tal vez así la crisis podría convertirse en una preciosa oportunidad para regresar a nosotros mismos y, a través de este ocaso, reconocer la belleza de nuestra noche interna.
7. Estamos a tiempo para concebirnos de nuevo. Para reinventarnos. En esta contracción puede suceder lo que de veras vale para ser: una expansión interior, un encender el corazón, para que la tierra sea hogar y hoguera.
8. ¿Regresamos? Si….de una vez por todas, sin resistencias, regresemos. Si después de cada expansión el corazón no se pudiera contraer, no sería posible nuestra vida. Si en la matriz del caos no se gestara el nuevo orden, la evolución no sería posible.
9. Sin un camino de retorno la vida pierde su sentido. Regresar por los caminos recorridos, para encontrar adentro el lugar donde un día nos perdimos, es ahora necesario.
10. Escuchemos la voz de la necesidad, de la desigualdad, para reconocer que no hay cosecha sin semilla. Perdimos el contacto con lo esencial cuando confundimos ser y tener, vivir y consumir, existir y cosechar.
11. Perdimos la conciencia de la esencia cuando convertimos la existencia en una estrategia para crecer cuantitativamente.
12. Perdimos el rumbo cuando nuestro intelecto se alejó de nuestro centro y, así, sin corazón, nuestro crecimiento fue tan externo como peligroso. ecimiento fue tan externo como peligroso
13. La macroeconomía iba muy bien, claro está, la apariencia era fantástica, pero no había un soporte interior, y como un castillo de naipes, una tras otro fueron cayendo las aparentemente invulnerables fortalezas. Porque no tenían corazón.
14. El corazón de la vida se expande y se contrae. Las expansiones indefinidas no son posibles, pues la misma vida se renueva por la muerte, y el devenir evolutivo hace que todos los caminos conduzcan de nuevo hasta nosotros mismos.
15. En todo caso, más tarde o más temprano, regresamos sobre nuestros propios pasos. Cada paso es una huella, un surco en la tierra de la vida, donde sembramos las semillas de nuestras acciones.
16. Y un día regresamos, para constatar que la calidad de la cosecha es el resultado de la siembra. Y ¿Qué hemos sembrado?
17. La ilusión de una libertad sin responsabilidad. El espejismo de la exclusividad. La confusa idea de ser para tener, que nos ha llevado a la ilusión de creer que es esencia la apariencia. La ilusión no da libertad Es la confianza la que nos libera.
18. Sembramos ya no el Dios universal del amor sino un pequeño dios, a imagen y semejanza de nuestros pequeños intereses. Hemos sembrado la semilla de la competencia y nos hemos perdido la cosecha humana del compartir.
19. Hemos sembrado la semilla de la posesividad y nos hemos perdido la cosecha de la fraternidad. Sembramos para saciar nuestros sentidos y cosechamos el vacío del sentido.
20. Hemos sembrado la esperanza en los valores de la bolsa mientras se desvalorizaban las acciones de nuestra propia humanidad. Invertimos en seguros de vida que sólo nos podían asegurar la muerte.
21. Lo esencial no es el fruto de nuestras acciones, lo verdaderamente sustancial son las semillas. Lo esencial no es producir, ni cosechar, ni mucho menos consumir.
22. Lo esencial, esa siembra verdadera que determina la calidad de nuestras cosechas, es lo que damos de todo corazón. En ello nos jugamos la felicidad.
23. Una cultura es un cultivo, y para cultivar la nueva tierra, hemos de cultivar nuestra propia tierra, la de nuestro cuerpo, la de nuestra energía.
24. Hemos de cultivar la tierra de nuestras relaciones humanas, pues de ella nace toda economía. Hemos de cultivar la tierra de todas nuestras religiones para que todas sean religiones del amor y el amor sea nuestra verdadera religión.
25. Cuando, alrededor de sus cuarenta años de vida, las águilas maduras no pueden utilizar ya ni su pico ni sus garras retorcidas, destruyen el pico envejecido golpeándolo contra las rocas.
26. Después de un largo ayuno crece un nuevo pico con el que se arrancan de raíz las plumas viejas y las inservibles garras. Con su equipaje renovado las águilas emprenden el vuelo de una nueva vida.
27. ¿Qué tal si renunciáramos a nuestra desmedida ambición que es como la avidez envejecida del pico y de las garras? Los que vienen serán los que cambien, y nosotros los sembradores. Es tiempo de emprender el vuelo del alma humana para contemplar la unidad del plan del que somos parte.
28. Es el tiempo de revisar la economía, pero no sólo la de las relaciones entre los gobiernos y la banca, sino también nuestra economía cotidiana, para renunciar, para saber perder sin perdernos, para desechar, también nosotros todos, la ilusión neoliberal de una expansión ilimitada.
29. Restauremos la economía dando nueva vida a las cosas humildes y sencillas. Barrer, escarbar la tierra, recoger las hojas secas, garrapatear de nuevo el poema que había matado nuestra prisa.
30. Mirarnos a los ojos sin temor. Cultivar en presente la confianza, para que en el horizonte de la vida se dibuje un nuevo amanecer.
31. Cuando a nuestra vida vuelva la humildad sencilla de ser lo que somos, seguro habrá más tiempo, tendremos tiempo, seremos tiempo.
33. No temamos, no nos caeremos de nosotros. A lo mejor toquemos fondo, pero no hay nada más peligroso que las olas superficiales, cuando no tenemos el ancla del ser en el fondo de nosotros.
34. Más allá de la incertidumbre, en el reino de las profundidades, el tener se disuelve en el propio ser, y ya nada se puede perder.
35. Caen las acciones. Ascienden sin un segundo de retraso las mareas y el reloj cósmico marca nuestro tránsito por la constelación de Acuario. No se quedó la tierra en Piscis.
36. Caen por enésima vez los indicadores de la bolsa de valores, pero aún la savia asciende en busca de la luz. Dejemos a los que vienen hacer. Nosotros a sembrar.
37. Se alteran los ciclos de la economía pero la tierra gira sobre si misma cada veinticuatro horas, y alrededor del sol, justamente en los trescientos sesenta cinco días del reloj solar.
38. ¿Vemos oscuro el porvenir y queremos refugiarnos en el pasado? Entonces, hay una solución posible. Disolvernos en esa naturaleza que es la nuestra. Resolvernos.
39. Resolvernos, para que comience el presente, ese tiempo interior indelegable en que podemos ser como nosotros.
40. Y regresar a la madre, a la tierra, al surco, a la luz interior de nuestro recóndito fuego. Encontrar la belleza sencilla de lo esencial.
41. Revelar de la apariencia su vanidad sin sustancia y sin sentido. Tal vez en esta crisis de sentido podamos cambiar de dirección, para volver por el camino de nosotros mismos.
42. Se puede ganar perdiendo. Se puede perder ganando. Cuando no nos resistimos a perder el lastre del no ser, revelamos la siempre alegre y sencilla levedad del ser.
43. Cuando la cosecha nos hace olvidar de las semillas perdemos la magia del sembrador.
44. Si la abundancia nos hace olvidar que el dar es nuestra siembra, esa abundancia sólo será el primer paso a la miseria. ¿Quizá ya fue?
46. Que en el surco de nuestra tierra herida sembremos ahora las mejores semillas. Las de la tolerancia y la flexibilidad. Las de la humildad y la de la sencillez.
47. Y, sobre todo, la semilla de la autenticidad, para que seamos lo que somos de verdad, y nuestra economía, nuestras relaciones y nuestra vida no estén, ya nunca más, soportadas en la mentira.
48. Y, sobre todo, la semilla de la autenticidad, para que seamos lo que somos de verdad, y nuestra economía, nuestras relaciones y nuestra vida no estén, ya nunca más, soportadas en la mentira. Y dejemos un mundo mas sano a los que viene detrás.