Después de la muerte de Moisés, Dios le habla a Josué y le ordena que guíe al pueblo de Israel a la Tierra Prometida. Dios promete estar con Josué y ayudarlo, y le dice que sea valiente y fuerte, siga los mandamientos de Dios y tenga éxito. Josué debe meditar en la ley de Dios día y noche para obedecerla y prosperar.