Este documento describe las características de las Web 1.0, 2.0 y 3.0. La Web 1.0 consistía en páginas estáticas con marcos y efectos como parpadeo. La Web 2.0 introdujo XHTML, CSS y AJAX para aplicaciones más dinámicas controladas por el usuario. La Web 3.0 permitirá el análisis anónimo y seguro del comportamiento del usuario para generar recomendaciones personalizadas basadas en su historial de compras y preferencias individuales.
2. CARACTERÍSTICAS
Web 1.0:
Páginas estáticas en vez de dinámicas por el usuario que la
visita
El uso de framesets o Marcos.
Extensiones propias del HTML como el parpadeo y las
marquesinas, etiquetas introducidas durante la guerra de
navegadores web.
Libros de visitas online o guestbooks
Botones GIF, casi siempre a una resolución típica de
88x31 pixels en tamaño promocionando navegadores web u
otros productos.
formularios HTML enviados vía email. Un usuario llenaba un
formulario y después de hacer clic se enviaba a través de un
cliente de correo electrónico, con el problema que en el código
se podía observar los detalles del envío del correo electrónico.
3. Web 2.0:
CSS, marcado XHTML válido semánticamente y Microformatos
Técnicas de aplicaciones ricas no intrusivas (como AJAX)
Java Web Start
XUL
Redifusión/Agregación de datos en RSS/ATOM
URLs sencillas con significado semántico
Soporte para postear en un blog
JCC y Apis REST o XML
JSON
Algunos aspectos de redes sociales
Mashup (aplicación web híbrida)
El sitio no debe actuar como un "jardín cerrado": la información debe
poderse introducir y extraer fácilmente
Los usuarios deberían controlar su propia información
Basada exclusivamente en la Web: los sitios Web 2.0 con más éxito
pueden ser utilizados enteramente desde un navegador
La existencia de links es requisito imprescindible
4. Web 3.0:
Además de recolectar información en tiempo real, la Web 3.0 es lo suficientemente flexible
como para permitir a los comerciantes electrónicos integrar la historia del usuario – compras
anteriores, preferencias y acciones con respecto a promociones y otros acontecimientos. Eso
permite a los proveedores o minoristas online crear perfiles de usuario únicos sobre la base de
esas historias, preferencias y conducta individual para generar recomendaciones
personalizadas. Esas recomendaciones se hacen sobre datos reales que son exclusivos de
esa persona. Actualmente se aprovechan las recomendaciones de otros, una inteligencia que
no funciona para todos porque no toma en cuenta las preferencias personales y la conducta de
compra del individuo.
Esa característica tan particular de la Web 3.0, la capacidad de analizar en forma anónima y
segura la conducta de cada visitante a un sitio web, es un punto que preocupa a los que
plantean temas de privacidad, pero lo cierto es que hay muchos conceptos de un motor de
recomendación que ya están funcionando y que no son tan temibles, opina Fleischner.
El tema no es tanto analizar la conducta sino cómo se lo hace. Por ejemplo, si una persona
compra un par de vaqueros cada dos años y el vendedor online conoce su hábito, no le
enviará mail todos los días sino cuando sabe que puede estar pensando en comprar el otro
par. Ese tipo de inteligencia puede hacer la experiencia de compra mucho más beneficiosa
para el usuario final y más económica para el comerciante.