El documento describe dos especies endémicas de Honduras: la boa rosada y el roble. La boa rosada se encuentra en peligro de extinción debido a la caza furtiva y se alimenta principalmente de ratas y conejos. Recibe su nombre por su coloración rosada de camuflaje. El roble es un árbol que crece hasta 25 metros de altura con hojas lanosas, flores blancas y frutos amarillos y rojos llamados bellotas.