El documento habla sobre la situación de la clase obrera en Bolivia ante la crisis económica mundial y la pérdida de mercados para productos bolivianos. Señala que la industria textil ha sido especialmente afectada, poniendo en riesgo más de 5,000 empleos. La Confederación General de Trabajadores Fabriles llama a la clase obrera a organizarse para enfrentar los efectos de la crisis y evitar despidos y pérdida de derechos laborales.