2. LA EDUCACIÓN EN LA HISTORIA
Desde los inicios de la civilización la educación ha desempeñado un
papel dominante en la construcción social. Las sociedades han
utilizado la educación como herramienta para la transmisión o
adelanto de la cultura, la enseñanza de los patrones de conductas
aceptables, y la inculcación de conocimiento, valores, destrezas y
actitudes, por medio de instituciones que han sido creadas con ese
fin. En los albores del tercer milenio continúa el mismo fenómeno
social.
La está más ligada a la formación integral del creyente, al
crecimiento espiritual para que se manifieste una fe genuina que le
transforme y a su vez a la sociedad.
Una iglesia saludable es una iglesia que educa a la luz de las
Sagradas Escrituras. Consecuente a esta intención, la iglesia invierte
sus mejores recursos y esfuerzos para alcanzar esta hermosa
aspiración eclesiástica . El objetivo de enseñar y aprender el
Evangelio de forma correcta es la transformación del ser humano y
sobre todo, el goce pleno de la libertad en Cristo Jesús.
3. LA IGLESIA NO DEBE DETERMINAR LO
QUE ENSEÑA LA ESCRITURA, ES LA
ESCRITURA LA QUE DEBE DETERMINAR
LO QUE ENSEÑA LA IGLESIA.
4. SOLO LA ESCRITURA
Dios da vida al pueblo por medio de la Palabra
Encarnada. Es fundamental que nos
insertemos en procesos educativos
productivos dirigidos a la formación de los
creyentes, la biblia debe ser la lupa y brújula
en las nuevas generaciones. Es de vital
importancia que las generaciones más jóvenes
aprendan a honrar al Señor (Dt. 6:5, Sal.
22:23, Pr. 3:9), alabar Su nombre que es
grande y temible (Sal. 34:3, 99:3), conocer sus
hechos maravillosos (Sal 77:11-15, Is. 25:1-3)
y obedecer sus mandamientos (Lv. 18:4, Dt.
6:3, Sal. 119:40;106, Mt. 28:20, 1 Jn. 5:3). La
educación cristiana nos enseña a vivir para
Dios.
Las Sagradas Escrituras son la fuente ineludible
de la educación cristiana. No puede haber en la
iglesia procesos educativos productivos sin los
nutrientes de la Palabra de Dios. Lo primero que
debe conocer un educador cristiano o una
educadora cristiana son los principios y las
aspiraciones pedagógicas impresas en el
testimonio bíblico. Es importante recordar que
el instructor debe inspirar a sus estudiantes a
aprender la fe cristiana y a manifestar un
compromiso claro por la obediencia a los
mandatos del Señor dados en su Palabra para
dirigir la instrucción del pueblo.
5. Deuteronomio 6: La Shemá
Uno de los textos bíblicos principales para la comprensión de la importancia de la educación cristiana lo encontramos en el sexto capítulo del libro de Deuteronomio.
«Esos son los mandatos, los decretos y las ordenanzas que el Señor tu Dios me encargó que te enseñara. Obedécelos cuando llegues a la tierra donde estás a punto de entrar y
que vas a poseer. Tú, tus hijos y tus nietos teman al Señor su Dios durante toda la vida. Si obedeces todos los decretos y los mandatos del Señor, disfrutarás de una larga vida.
Escucha con atención, pueblo de Israel, y asegúrate de obedecer. Entonces todo te saldrá bien, y tendrás muchos hijos en la tierra donde fluyen la leche y la miel, tal como el
Señor, Dios de tus antepasados, te lo prometió.
¡Escucha, Israel! El Señor es nuestro Dios, solamente el Señor. Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Debes comprometerte con todo
tu ser a cumplir cada uno de estos mandatos que hoy te entrego. Repíteselos a tus hijos una y otra vez. Habla de ellos en tus conversaciones cuando estés en tu casa y cuando
vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Átalos a tus manos y llévalos sobre la frente como un recordatorio. Escríbelos en los marcos de la entrada de tu casa
y sobre las puertas de la ciudad.» (Deuteronomio 6.1-9, NTV)
La Shemá o la llamada a la nación a escuchar la voz de Dios es considerada la oración confesional monoteísta de mayor relevancia en la fe judía. En ella, se exhorta e instruye
al pueblo a amar fielmente al Señor. Consecuentemente, más que un credo confesional es una instrucción y una exigencia que requiere de la nación hebrea lealtad y obediencia
exclusiva al Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob. Considerada por el judaísmo como el mandamiento educativo más importante, la Shemá (Mt 22.36-38) comunica varios
principios esenciales para la tarea educativa.
Primero, es un llamado a amar a Dios, esto implica un voto de observancia y fidelidad al pacto sinaítico. Es más, se exhorta a Israel a recordar por siempre las bondades de Dios y
la manera en que los libertó del yugo egipcio. Así, la comunidad es instruida a la luz de la presencia histórica de Dios en sus vidas.
Segundo, la observación de la Ley exige instituir un programa educativo. En otras palabras, el requisito primario que deben cumplir los hijos de Israel reincide en la obediencia
incondicional para comunicar las grandezas de Dios a las próximas generaciones. Del texto se desprende que el primer escenario educativo es el hogar. La función de los padres y
las madres en la formación de sus hijos e hijas es indelegable.
Tercero, hay un llamado a la fidelidad que confronta a las generaciones presentes y futuras con el reclamo divino. Las ordenanzas sagradas exigen una respuesta impostergable
que guiará al pueblo a obedecer la palabra recibida, a observar los preceptos, a temer al Señor y a servirle de generación en generación. El educador es convocado a promover el
crecimiento integral de los estudiantes. Estos, por medio del quehacer educativo, deben promover la transformación de la fe en Dios en una que impregne todas las acciones
cotidianas del pueblo.
Por último, la presencia de recomendaciones metodológicas en el texto recuerda que la tarea de educar no es un simple ejercicio que nace de forma silvestre. Por el contrario,
requiere del docente saber planificar, seleccionar los recursos a utilizar, diseñar experiencias de aprendizajes significativas y evaluar la ejecución de los estudiantes para tomar las
medidas correctivas que sean necesarias. Aquí está presentes dos recursos educativos esenciales en la educación hebrea, las filacterias y la mezuzah. A grandes rasgos, las
filacterias o tefilín eran unas pequeñas cajas de madera y cuero que se ataban en los brazos o se amarraban sobre la parte frontal de la cabeza. Estas cajitas tenían fragmentos
importantes de la Ley mosaica disponibles para su lectura en cualquier momento. La mezuzah es una pequeña caja que se coloca en la parte derecha de los dinteles o entradas de
las casas o de las ciudades. En su interior pueden contener la Shemá, así como algún otro pasaje relevante de las Sagradas Escrituras hebreas.
6. ¿QUÉ ES LA ENSEÑANZA?
En su significado exacto, enseñar no es sólo transmitir
conocimientos, sino antes de todo, estimular el
aprendizaje por parte del alumno. Por consiguiente,
enseñar no es sólo leer o hablar delante de una clase, sin
más bien despertar, motivar e interesar la mente del
alumno y dirigirla en el proceso de aprendizaje . No puede
haber enseñanza verdadera sin el aprendizaje por parte
del alumno. El término educar se deriva de otro que
significa literalmente conducir hacia afuera. En
consecuencia, es privilegio y responsabilidad del maestro
de la Escuela Dominical conducir a sus alumnos al
encuentro de las experiencias de la vida, de tal forma que
puedan vivir victoriosa y sabiamente delante de sus
semejantes. Si la enseñanza secular es el medio de que
dispone el Gobierno para eliminar el analfabetismo y la
ignorancia , la Escuela Dominical debe ser el desafío de la
Iglesia contra el estancamiento espiritual en su medio, y
también contra la incredulidad.
7. LA ENSEÑANZA DEBE TENER OBJETIVOS DEFINIDOS
El objetivo de la enseñanza gira alrededor del alumno y sus relaciones en cuanto a todo lo que es de importancia
primordial en su vida.
A. El alumno y su relación con Dios (Is. 64:8). Dios es nuestro Padre celestial (con quien debemos tener una
comunicación ininterrumpida). El es Creado r y Preservado r (digno de toda adoración). Es Sustentador (digno
de nuestra fe). Es Rey y Señor (digno de nuestro mejor servicio).
B. El alumno y su relación con el Salvador Jesucristo (Jn. 14:6). Jesús es el camino hacia Dios el Padre . Es
también nuestro Salvador personal, el Señor y Centro de nuestra vida en general.
C. El alumno y su relación con el Espíritu Santo (Ef. 5:18). El Espíritu Santo convence (Jn . 16:8); regenera (Tit.
3:5); santifica (Ro. 8:2); enseña (Jn . 14:26); capacita par a vencer (Ap. 1:8); y guía (Jn. 16:13; Ro. 8:14).
D. El alumno y su relación con la Biblia (Sal. 119:105). Aceptar la Biblia como la Palabra, divinamente inspirad a (2
Ti. 3:16). Es necesario conocerla, manejarla bien, y esto no se logra por casualidad (Jer. 15:16). Es preciso
amarla y tenerla como guía práctica de la vida diaria .
E. El alumno y su relación con la iglesia (Ap. 2:44; Ef. 4:16). Conoce r el propósito y la misión de la iglesia local.
Nuestras responsabilidades y deberes con la obra del Señor. Realiza r d e corazón, sinceramente , su s
actividades. Fuimos salvos par a servir (1 P. 2:9). Debemos dar, no sólo espera r recibir de l a iglesia. Tener
comprensión de la importancia de ser miembro de la iglesia.
F. El alumno y su relación consigo mismo (Fil. 1:21; 3:13,14). El creyente debe avanzar hacia la madurez
espiritual.
8. LEYES DE LA ENSEÑANZA Y DEL APRENDIZAJE.
1. Definición de «Leyes». Son principios imperecedero s e inmutables que
rigen los hechos y comportamiento de todas las cosas, incluso los del
ser humano . Incluidos aquí se encuentran la enseñanza y el
aprendizaje.
2. Leyes de la enseñanza. Son las leyes de la teoría y de la práctica
educacional utilizadas por el maestro para crear condiciones ideales
en el alumno , a fin de que éste se encuentre en capacidad de
aprender lo que se le enseña.
3. Leyes del aprendizaje. Son los principios de la asimilación y retención
de la enseñanza por parte del alumno. Estas leyes funcionan a través
de los sentidos físicos del ser humano, culminando en la mente.
4. El proceso del aprendizaje. Aprendizaje, en sentido estricto, es el
cambio de conducta del educando, como consecuencia del
conocimiento adquirido, por la práctica y por la experiencia resultante
de su aprendizaje. Si no se observa un cambio de comportamiento de
quien está aprendiendo, no hubo en realidad u n verdadero
aprendizaje .
9. 5. El conocimiento de las leyes de enseñanza y aprendizaje. Permite
al maestro su utilización a fin de conducir al alumno a través de lo
desconocido.
6. ¿Qué es enseñar? No es simplemente transmitir conocimientos. Es
despertar y orientar la mente del alumno , promoviendo el
aprendizaje por parte de el mismo. Jesús actuó de esta forma al
tratar con Nicodemo y con la mujer samaritana . El maestro trabaja
con la mente del alumno, dirigiéndola en el proceso de aprendizaje.
¡Qué privilegio y qué responsabilidad!
7. ¿Qué es aprender? Es la capacidad que adquiere el alumno de
pensar y actuar por sí mismo, bajo una orientación inicial.
10. EL MAESTRO Y LA ENSEÑANZA
¿Qué es enseñar?
Es despertar la mente del alumno y guiarla en el proceso de aprendizaje. ¡Aprendemos a través de la mente!
Enseñar es mostrar, explicar, guiar, comunicar.
Es ayudar a aprender.
Es moldear vidas.
Es motivar al cambio de una conducta anterior.
Un maestro espiritual y preparado, es nuestra mayor necesidad. El éxito de nuestras Escuelas Dominicales depende de
esto. El maestro espiritual y preparado completa el trabajo del evangelista o del predicador. La enseñanza de la Palabra
debe ser en toda la iglesia una continuación de la predicación. Es preferible un maestro con poca preparación, pero muy
espiritual, que lo contrario. La sola preparación es prácticamente nada. El maestro de la Escuela Dominical necesita
enseñar tan bien la lección bíblica del domingo, como enseña la matemática el profesor de esa materia.
¿Por qué enseño?
Por amor, gratitud a Dios, y también por obediencia a lo escrito en Mateo 28:19,20. 2.
¿Cuál es mi propósito al enseñar?
Guiar a los pecadores a Jesús, edificar a los creyentes y capacitar a los futuros servidores.
¿Qué enseñaré?
La Biblia ante todo (Mt. 28:20). 4.
¿A quiénes enseñaré?
A grupos de alumnos de diferentes edades (Dt. 31:12), lo que implica el conocimiento de sus características psicológicas.
¿Cómo enseñaré?
Capacitado por Dios y, preparado, en lo que dependa de mí (2 Ti. 2:2,15; 1 P. 3:15).
11. EL MAESTRO Y LA PREPARACIÒN DE LA LECCIÒN
Es parte de los deberes semanales del maestro:
A. El material para la preparación de la lección.
La Biblia. Para el estudio del texto de la lección, el contexto y las referencias.
• Libros de consulta y referencia, tales como diccionarios bíblicos, concordancias,
comentarios. ¡Tenga cuidado de no convertirse en un simple eco o reflejo de los libros! *
El estudio presentado en la reunión de maestros de la Escuela Dominical.
• Lecciones estudiadas en ocasiones anteriores. Apuntes personales del maestro .
Ilustraciones. Anécdotas personales. Observaciones.
• El maestro debe ser un buen observador. * Oración. Todo lo anterior debe ser regado con
oración. La preparación de la lección, como acabamos de decir, debe ser hecha
teniendo en consideración las necesidades del alumno, no las del maestro. Lo que le
interesa a un adulto, no es lo mismo lo que le interesa a un joven o a un niño. Preparar
la lección no pensando que estará delante de la clase «predicando en el desierto». El
maestro debe preparar la lección teniendo en cuenta los siguientes tres propósitos para
con el alumno:
• * ¿Qué deseo que aprendan mis alumnos? Esto toma en cuenta la mente del alumno. Es
el plan objetivo de la lección.
• * ¿Qué deseo que sientan mis alumnos? Esto toma en cuenta el sentimiento del alumno.
Es el plan subjetivo de la lección.
• * ¿Qué deseo que hagan mis alumnos? Esto toma en cuenta la voluntad del alumno, junto
con la práctica. Es el plan objetivo-subjetivo de la lección
12. ETAPAS DE LA PREPARACIÒN DE LA LECCIÒN
Etapas en la preparación de la lección 1. El estudio personal, utilizando: * La revista de la
Escuela Dominical. * Los apuntes tomados durante el estudio individual.
. La preparación del bosquejo de la lección * Este es un recurso mnemotécnico necesario
(procedimiento de asociación mental para facilitar el recuerdo de algo).
• Debe tener, como máximo, cuatro puntos o sub puntos.
• Debe tener unidad y coherencia.
• Cuando está bien detallado y completo es llamado plan de clase.
• La elección de los métodos y del material de enseñanza que será empleado durante la
lección.
• Preparación de trabajos para la clase.
• Cuestionarios, de 5 a 10 preguntas y Pruebas. Hay de varios tipos.
• Tareas orales o escritas para el domingo siguiente. Pueden ser una investigación, un
trabajo manual o una mini disertación de algún punto de la lección o versículo. *
Anuncios e informaciones de interés para la clase. ¿Cuánto tiempo emplea usted en la
preparación de la lección? Conviene en este punto atender a 10 dicho en Jeremías
48:10. La preparación de la lección debe comenzar el lunes y continuar diariamente
durante toda la semana. ¡La preparación de un clase de 50 minutos no puede ser cosa
de un fin de semana!
• El Maestro y la Presentación de la Lección. ¡Llegue temprano! Por lo menos cinco
minutos antes de la hora de iniciar la reunión de la Escuela Dominical. Antes del estudio
de la lección, se ocupará de los siguientes aspectos preliminares: Arreglo del aula.
Bienvenida a los visitantes. Felicitaciones a los cumpleañeros.
13. PLAN DE CLASE
Etapas de la lección durante la clase (50 minutos)
1. Introducción a la lección 3 minuto. Este es el punto de contacto con la clase. El hecho
utilizado para la introducción debe ser el apropiado. Oración. Ore o invite a algún
alumno a hacer una oración. Captar la atención de los alumnos. Introducir el tema de
la lección y su relación con las demás lecciones de la serie en estudio.
2. Explicación de la lección 30 minutos. Es el cuerpo de la lección o clase, siguiendo el
bosquejo preparado.
3. Verificación de la lección 5 minutos. Es la recapitulación de los puntos y verdades
básicas de la lección, seguida de preguntas y respuestas.
4. Aplicación de la lección 7 minutos. Es una de las partes más importantes de la lección.
El conocimiento personal adquirido por el alumno no tendrá ningún valor si no es
aplicado. Su valor viene de la utilidad inmediata o remota que le dé la persona que ha
recibido la lección. Es la aplicación de las verdades bíblicas enseñadas, a la vida y a las
necesidades de los alumnos, y cómo actuar en los tiempos actuales. La aplicación de la
lección corresponde, pudiéramos decir, al llamado en la predicación.
5. Culminación de la lección 5 minutos. Es la entrega de las tareas o actividades, anuncios
sobre trabajos especiales de la iglesia, etc. ¡Cuidado con el tiempo! El maestro dispone
sólo de 50 minutos para todo esto, pero si sabe administrarlos, tendrá buenos
resultados.
6. Para captar la ATENCION y mantener vivo el INTERES del alumno. Aquí tiene gran
importancia el empleo de medios auxiliares de enseñanza, para darle colorido,
dimensión y sentido a las lecciones.
14. JESÙS COMO EJEMPLO DEL BUEN MAESTRO
El Maestro de maestros es el Señor Jesucristo. El maestro, para que sea eficiente en la enseñanza, necesita seguir de
cerca los pasos de su Maestro. Veamos algunos aspectos de Jesús como Maestro.
A. Jesús conocía la materia que enseñaba (las Escrituras). El pasaje de Lucas 24:27 menciona el mayor estudio bíblico
de la historia: Abarca desde Moisés hasta Cristo. (¡¡¡Y semejante estudio fue dirigido a tan sólo dos alumnos!!!).
Léase también Mateo 4:4,7,10. A través de los Evangelios vemos, por las diversas citas que hace de las Escrituras,
que Jesús conocía el Libro Sagrado.
B. Jesús conocía a sus alumnos. Tanto a los que lo acompañaban, como a los que visitaba. Las enseñanzas objetivas e
ilustradas del Maestro, así como su manera de actuar con ellos, demuestran que Jesús los conocía bien. (Véanse
Mateo 13; Lucas 15:8-10; Juan 21, etc.).
C. Jesús reconocía lo que había de bueno en sus alumnos. (Véase Juan 1:47). El maestro jamás debe presentarse ante
su clase con aires de superioridad, con aspecto dominante. Pablo, con toda su grandeza, reconoció las cualidades
de sus hermanos en la fe y de sus colaboradores (Romanos 16; Fil. 2:20-25).
D. Jesús enseñaba las verdades bíblicas de manera clara y sencilla. Ejemplos: Lucas 5:17-26; 13:3; Juan 14:6. Tomaba
los sucesos comunes de la vida, conocidos por todos, para enseñar las verdades eternas de Dios (Véanse Mateo
9:16; 11:6).
E. Jesús variaba el método de enseñanza según la ocasión y la clase de oyentes. Algunas veces utilizaba el método de
preguntas, las ilustraciones, la discusión, la disertación, las tareas, las lecturas, etc. Con la mujer samaritana
utilizó el método de preguntas; con los discípulos, yendo al monte de los Olivos, usó el de la disertación.
F. Jesús enseñaba a través de su ejemplo, es decir, de su vida de obediencia (Léanse Juan 13:15; Hechos 1:1; 1 Pedro
2:21).
G. Jesús sabía lo que iba a hacer (Jn . 6:6). El maestro de la Escuela Dominical debe saber lo que va a enseñar a sus
alumnos, cuando está delante de su clase.
H. Jesús enseñaba con gracia (Le. 4:22). Es la gracia divina en la vida del maestro lo que le hace realmente eficaz a
su clase y de efecto duradero, para la gloria de Dios. I. Jesús enseñaba con autoridad y poder divinos (Le. 4:36).
Sólo estando a los pies del Señor en oración y comunión con él, puede el maestro tener autoridad y poder divinos
renovados en su vida, para enseñar en la casa de Dio
15. METODOS DE ENSEÑANZA
Los métodos de enseñanza son las formas de enseñar o de impartir la clase y la enseñanza
que se tiene en perspectiva.
El método es un camino en la impartición de la enseñanza empleado por el maestro para
lograr un determinado objetivo en el aprendizaje del alumno. Por lo tanto, el método no es
un fin en sí mismo. El maestro debe conocer a profundidad no sólo lo que va a enseñar, sino
también cómo enseñarlo. Es aquí que resultan útiles los métodos y las herramientas de
enseñanza.
I. Propósito de los Métodos de Enseñanza.
El propósito es adaptar la lección al alumno. Nunca lo contrario. Los métodos de
enseñanza alcanzan a los sentidos físicos del alumno.
II. La Utilización de los Métodos de Enseñanza Una clase presenta normalmente una
combinación de dos o más métodos. Nunca uno sólo. Jesús enseñó usando diversos
métodos. Seguiremos sus pasos en el estudio de los métodos. Pero los métodos no son
suficientes. Es necesario que el maestro (o el obrero cristiano en general) tenga también
otras dos cosas: un mensaje dado por Dios, y una vida vibrante en el Espíritu Santo. Jesús,
como Maestro, tenía las tres cosas: METODO (para comunicar), MENSAJE (qué enseñar) y
VIDA (que preservar). Usted puede preparar un trabajo, un sermón, un estudio bíblico, una
lección bíblica, etc., con todo cariño, esfuerzo y buena disposición, pero sólo Dios puede
dar un mensaje lleno de vida espiritual.
III. La Selección y Combinación de los Métodos de Enseñanza Depende de varios factores,
tales como: * La edad del grupo, la cual tiene sus propias características físicas, mentales,
sociales y espirituales. * El material que va a ser utilizado. * La preparación del maestro. El
objetivo de la lección.
16. Los métodos de enseñanza afectan a los sentidos físicos, que son los medios de
comunicación del alma con el mundo exterior. Es por medio de ellos que el alma
explora el mundo circundante y recibe sus impresiones.
A. El método de la disertación. Es también llamado expositivo. (Mt. 5:1,2; Le. 4:22).
Nunca debe ser usado solo. Es de gran valor en la enseñanza cuando se combina con
otros métodos, como lo hizo Jesús. Empleado solo, tiene más desventajas que
ventajas. ¡Hablar no siempre quiere decir enseñar! Su efecto es prácticamente nulo
con los niños. (No confundirlo con el método de la narración, que veremos más
adelante).
B. El método de preguntas y respuestas. Es conocido también como método socrático,
por haber sido muy empleado por Sócrates. Por ejemplo, Mateo 22:42-45, contiene
cuatro preguntas de Jesús. Ventajas del método: * Sirve como punto de contacto
entre el maestro y el alumno. * Ayuda a medir el conocimiento del alumno. Es la
forma por medio de la cual el maestro puede saber si el alumno entendió en
realidad la verdad enseñada. (Véanse Mateo 13:51; 16:9-12; 22:20; Marcos 13:2).
Despierta el interés. Es un método de suma utilidad para el inicio y la conclusión de la
clase. Jesús inició una conversación con un joven doctor de la ley preguntándole:
«¿Cómo lees?» (Le. 10:26). Felipe, el evangelista, comenzó su charla con el alto
funcionario de la reina Candace, preguntándole: «¿Entiendes lo que lees?» (Hch. 8:30).
17. Estimula y orienta el pensamiento. Una pregunta bien hecha lleva, en realidad, al
alumno a pensar (véase Mateo 9:28). Es necesario tener en cuenta la técnica, o
manera correcta, de hacer las preguntas. Tome en cuenta lo siguiente:
• Haga preguntas claras y cortas.
• Evite preguntas cuyas respuestas sean sí o no. Ejemplo de una pregunta mal
formulada: ¿Jesús transformó agua en vino en Caná de Galilea? La pregunta
correcta sería: ¿Qué milagro hizo Jesús en Caná de Galilea? Al lanzar una pregunta,
usted debe, como maestro:
• 1. Dirigirse a toda la clase.
• 2. Hacer una pausa de cinco a seis segundos para que todos piensen en la
respuesta.
• 3. Llame, enseguida, a un alumno por nombre para que la responda. Evite seguir un
orden exacto o repetitivo en el llamado a los alumnos.
• 4. Dé importancia a la respuesta correcta. El método de preguntas y respuestas
lleva al alumno a participar activamente en la clase. Puede ser utilizado en todos
los grupos de edad. A los alumnos de más edad, el maestro debe mostrar la
diferencia entre preguntar para querer saber, y preguntar por simplemente
especular.
18. C. El método de la discusión.
Es llamado también debate orientado: La secuencia en el método de la discusión es:
PREGUNTA, seguida de ARGUMENTACION; luego ANALISIS, y por último RESPUESTA (Le.
24:15-27,32; Hch. 17:3,17; 18:4; 19:9). Para poder discutir un asunto, se
sobreentiende que los alumnos ya deben tener conocimiento sobre el mismo.
El maestro necesita mantener el equilibrio de la argumentación y no permitir que el
tema sea desviado y que el alumno hable más tiempo de 10 estrictamente necesario.
Si el método no es hábilmente conducido por el maestro terminará en
desorganización, confusión y hasta fastidio.
19. D. El método audiovisual.
Los registros más antiguos de las primeras civilizaciones, descubiertos por la
arqueología, están en forma de dibujos. En el método audiovisual, el mensaje que se
quiere transmitir es visto y escuchado, combinando así dos poderosos canales de
comunicación en el aprendizaje. El mensaje atrae y domina la atención aumentando,
por consiguiente, la retención. Los psicólogos enseñan que las impresiones que entran
por los ojos son las más permanentes. Ejemplos de utilización de este método por
parte de Jesús: Mateo 6:26 («Mirad las aves del cielo»); Mateo 6:28 («Considerad los
lirios del campo»); Juan 10:9 («Yo soy la puerta»); Juan 15:5 («Yo soy la vid, vosotros
los pámpanos»); Marcos 12:15,16 («Traedme la moneda... ¿De quién es esta imagen y
la inscripción?»); Lucas 9:47 («tomó un niño y lo puso junto a sí»); Ezequiel 4:1 (en el
que Dios le ordena a Ezequiel que dibuje la ciudad de Jerusalén sobre un adobe). Por
lo tanto, este método utiliza los materiales más variados. Su empleo es de gran valor
entre los niños, pero también entre los demás. Depende de la forma en que lo
utilicemos.
E. El método de la narración.
Son las historias. En este campo, nada supera a la Biblia. Jesús usó mucho este
método, presentando historias en forma de parábolas, como vemos en todo el capítulo
13 de Mateo. La historia es como una ventana por donde entra la luz. En la Biblia, la
mayor fuente de historias es el Antiguo Testamento. Estas historias pueden ser
aplicadas a cualquier edad. La historia, después de ser narrada, es necesario que sea
aplicada. Vea el caso de Natán enseñando a David, en 2 Samuel 12:1-4, seguida
inmediatamente de la aplicación de la enseñanza en el versículo 7 del mismo capítulo.
20. El Nuevo Testamento contiene también muchas historias. La historia es para el niño lo
que el sermón para el adulto. Ejemplos en los que Jesús utilizó el método de la
narración; * El buen samaritano (Le. 10). * La oveja perdida (Le. 15). * Las diez
vírgenes (Mt. 25). * El hijo pródigo (Le. 15). Hay muchas otras fuentes de historias,
además de la Biblia, como son la naturaleza, las biografías (como en Mateo 11:11), los
hechos del momento, etc.
1. Tres distintos propósitos de una historia.
Puede ser utilizada:
* Como una lección en sí misma.
• Como ilustración en apoyo de un tema.
• Como introducción de una lección o tema.
2. Tres reglas básicas para el éxito al narrar historias:
• Conocer bien la historia.
• Mentalizar la historia.
• * Vivir la historia; es decir, «sentirla» al contarla y dramatizarla.
F. El método de la lectura (Le. 4:16; J n . 8:6).
• El maestro puede pedir a los alumnos que busquen los textos en sus Biblias y que
los lean. Esto tiene un valor más grande de lo que generalmente se piensa. La
lectura puede ser de otra fuente, además de la Biblia..
21. G. El método de las tareas.
Este es un gran método: aprender haciendo. Es el método ideal a utilizar con los niños
desde su más tierna edad. El niño aprende, de hecho, cuando hace la lección, siendo
debidamente instruido por el maestro. Jesús utilizó este método para enseñarle cierta
lección a Pedro (Mt. 17:24-27). Otros ejemplos de este método: Mateo 17:16-21; Marcos
6:45-52; Lucas 9:14-17; Juan 9:6,7; todo el capítulo 21; Hechos 17:11. En este método están
incluidos:
• Trabajos de investigación.
• Trabajos de redacción.
• Trabajos manuales (dibujos, bosquejos, mapas, montajes de lecciones ilustradas,
figuras, juegos de habilidad mental, enigmas, crucigramas.
Al aplicar este método, el maestro deberá dar instrucciones lo más claramente posible si
desea ver resultados satisfactorios.
H. El método demostrativo.
Es el método del ejemplo, sumamente influyente y convincente. Jesús 10 utilizó. Lo hacía
antes de enseñar (Jn. 13:15; Hch. 1:1; 1 P. 2:21). Es el método de «hagan como yo hago». Es
el método del ejemplo (Esd. 7:10; Mt. 4:19; 6:9; 11:2-5; Jn. 13:15; 1 Co. 11:1). Los alumnos
necesitan no sólo aprender sobre Cristo, sino además «aprender a Cristo» (Ef. 4:20). Sólo es
posible «aprender a Cristo» cuando él halla expresión a través de una vida. La música y los
cantos con gestos, para los más pequeños, son de gran valor en este punto, lo mismo que la
dramatización. Todos los métodos de enseñanza producen dos cosas en el alumno: impresión
y expresión. Es decir, los métodos tienen el propósito de impresionar la mente y el corazón
del alumno, para llevarlo luego a expresarse con un cambio de conducta.
22. EL ALUMNO
Estudiaremos ahora al alumno y a los asuntos relacionados con él. Para el maestro
es algo indispensable conocer no solamente la materia que enseña, sino también su
campo de aplicación, que es el alumno. El sembrador debe conocer el terreno
donde va a sembrar, y no lanzar la semilla al azar. El alumno es la materia prima de
la Escuela Dominical. Si el maestro quiere tener éxito en la enseñanza, debe
estudiar no sólo la lección, sino también al alumno. Los alumnos son diferentes y
esta diferencia es doble. Son diferentes en cuanto a grupos de edades, y también
dentro de su propio grupo de edad. Este es el campo de estudio de la Psicología
Evolutiva. Las características generales del alumno varían de acuerdo con su
desarrollo físico, mental, social y espiritual. De allí que cada edad requiera un
tratamiento diferente. Jesús, como niño, crecía en cuatro aspectos.
Según Lucas 2:52, él crecía: * «en estatura» (crecimiento físico). * «en sabiduría»
(crecimiento mental). * «en gracia para con los hombres» (crecimiento social). *
«en gracia para con Dios» (crecimiento espiritual).
El maestro que conozca individualmente a sus alumnos, y también al grupo,
planificará y aplicará la enseñanza adecuadamente, en lo que tiene que ver con las
lecciones, pruebas, trabajos, actividades, etc. El maestro puede estudiar al
alumno: Observándolo, Visitándolo, para conocer el medio en que vive. Conociendo
a sus compañeros, su trabajo, sus gastos, sus planes para la vida y sus problemas.