La encuadernación es el proceso de unir hojas de pergamino o papel para formar un libro. El arte de la encuadernación comenzó cuando el rollo se volvió difícil de manejar y el objetivo principal era la conservación del texto. A lo largo de la historia, los estilos de encuadernación variaron pero mantuvieron técnicas tradicionales, creando obras de arte en las cubiertas. Actualmente existen dos tipos principales de encuadernación: manual y industrial.
2. Historia de la encuadernación.
Encuadernación es el término con que se designa el resultado de
un complejo proceso de actividades, que consiste en la unión de
determinada cantidad de hojas de pergamino o papel, escritas o
impresas, agrupadas en cuadernillos, para formar un cuerpo que
se denomina libro.
El arte de la encuadernación, tuvo su comienzo al transformarse el rollo de
pergamino o papiro, que resultaba de muy difícil manejo por su forma y
dimensiones. El objetivo principal de la encuadernación es la conservación del
texto escrito.
Los artesanos y artistas que se dedicaron a este oficio no realizaron muchos
cambios técnicos durante el tiempo, pero si crearon una extensa variedad de
estilos, dejando plasmada en sus trabajos la huella estética correspondiente a
cada época.
Al principio las tapas consistían en dos tablas de madera sujetas por unas cuerdas
al cuerpo del libro, las cuales con el tiempo, pasaron a ser verdaderas obras de
arte, con preciosas miniaturas, iluminaciones, trabajos de orfebrería, que
alcanzaron su máximo esplendor en el período bizantino. En esta misma época se
desarrolló otro tipo de encuadernación con características mucho más sencillas,
realizado en los Conventos. Este estilo se denominó encuadernación gótica por
coincidir con el período gótico del siglo XIII (las tapas de los libros se cubrían con
pergamino)
Las técnicas decorativas del lomo y tapas de la encuadernación mantuvieron una
tradición larga y con doble influencia, a través de los artesanos del norte de África
y de los monjes irlandeses que trajeron la técnica al continente europeo.
Por ejemplo como cubierta de las tapas se utilizaron planchas de
metales preciosos, marfil, esmaltes, piedras preciosas, así como
madera tallada. Por otro lado los códices con recubrimiento de piel
se decoraban con la técnica llamada gofrado, que se realizaban utilizando
pan de oro.
En aquella época el libro era un objeto valioso y muy caro, tanto como pudieran
ser las alhajas, por lo que frecuentemente se exigía, para la confección de un libro,
un contrato ante notario. El incumplimiento de dichos contratos podía conllevar a
juicio y posiblemente pena de prisión.
De esta manera, las encuadernaciones podían revestirse de diferentes formas: los
códices de lujo se recubrían con seda, damasco y terciopelo, bordados o
decorados con oro y plata, piedras preciosas, esmaltes y marfil; en los
3. manuscritos de uso común se utilizó piel, pergamino o tela. Clavos, cantoneras y
bullones servían para proteger las cubiertas de la encuadernación.
ESTILOS DE ENCUADERNACION:
La encuadernación manual: Esta encuadernación acompaña al libro desde sus
inicios, y evoluciona con él a lo largo de su
historia.
Su esplendor y dominio abarca desde la
Antigüedad hasta finales del siglo XVIII.
Actualmente se le confiere gran valor y es
cotizada a altos precios entre grupos muy
selectos. Son encuadernaciones que
generalmente se hacen para clientes especiales y por
encargo; aunque también se ejecutan para exposiciones, concursos y muestras.
La encuadernación industrial: Para la realización de encuadernaciones
industriales, se realizan los mismos pasos que se aplican en la encuadernación
manual, sólo que a diferencia de la primera, en este caso se realizan a mayor
escala, atendiendo a la producción masiva, con la utilización de tecnología de
avanzada que requiere de maquinarias
complejas tales como: perforadoras de papel,
dobladoras automáticas, emparejadoras,
encoladoras acopladoras, encuadernadoras de
tapa blanda, encuadernadora de tapa dura. etc.
En piel: Las tapas y el lomo están forradas íntegramente por piel,
generalmente trabajada. Se puede denominar, también, plena piel.
Se utiliza cualquier clase de piel aunque las más
utilizadas son chagrines, tafiletes y vaqueta.
A la rústica: Consiste en coser y cubrir el libro con una simple cubierta de papel o
cartón bastante resistente, procurando que esta sea igual al tamaño del libro. Si
los márgenes van cortados, entonces se dejan en la cubierta unas pequeñas cejas
que hacen de tapas; en la cubierta va impreso el título de la obra, el nombre del
autor y la editorial; el lomo también suele ir impreso.
4. En cartoné: Suele confundirse a simple vista con el tipo de encuadernación antes
mencionada, ya que en este caso se aplica el mismo procedimiento con la
diferencia de que el cartón sustituye al papel. El cartón utilizado debe ser de poco
grosor. Es la encuadernación preferida para los libros de texto elementales y de
consulta.
En tela: En esta el papel o el cartón es sustituido por la tela, se puede encontrar
esta encuadernación en media tela, así como en
combinación con otros tipos de
encuadernaciones.
-Media tela: Consiste en cubrir el lomo y las
puntas con tela, y los planos con papel,
generalmente papel jaspe. Cuando se utiliza
papel fantasía la tela cubre casi la mitad de la
tapa del plano. Por norma general, los
encuadernadores aplican en este tipo tela
inglesa de primera calidad y de colores claros.
-Toda tela: Como su nombre lo indica, en ella todo el libro queda cubierto con tela.
Casi siempre se utilizan cretonas, sedas, hilo crudo, etc., de diversos colores y
dibujos. Se le conoce como tela editorial cuando se aplica en la encuadernación
industrial. En este caso se utiliza fibra textil, y se le denomina imitación tela.
En piel: Las tapas y el lomo están forradas íntegramente por piel, generalmente
trabajada. Se puede denominar, también, plena piel. Se utiliza cualquier clase de
piel aunque las más utilizadas son chagrines, tafiletes y vaqueta.
En pasta: En este tipo de encuadernación se cubren las partes encuadernables
(lomo y planos del ejemplar) con piel. Dentro de este tipo se reconoce en especial
la modalidad denominada pasta española y pasta valenciana, esta terminología se
aplica cuando la piel es jaspeada.
Pasta española: Las tapas y lomo se cubren
con
piel de cordero
o cerdo teñida de color marrón claro y
decorada
con jaspe salpicado.
Por tradición, los libros
de Derecho y el Diccionario de la Real
Academia se continúan encuadernando con
este material.
Pasta Valenciana: En este caso la piel se
arruga antes de teñirla ofreciendo
un jaspeado más rico y caprichoso
5. que recuerda el mármol.
En
pergamino: El libro va cubierto completamente con
pergamino, lleva siempre tejuelos para título y nervios
.
A la holandesa: Se puede encontrar en dos variantes: holandesa, y media
holandesa. La primera de ellas consiste primordialmente en cubrir el libro con
pergamino. El lomo y la parte más cercana a él están
forrados con piel o con otro material diferenciador,
mientras que el resto de la tapa esta forrada en papel,
cartón o tela. La piel puede forrar también las puntas y,
aunque es menos frecuente, hasta la mitad de la tapa
del libro.
A la inglesa: Existen dos tipos. El primero de ellos se distingue por la utilización del
chagrin en el lomo y en las puntas, mientras que el resto de las tapas se cubre con
tela. En el segundo caso se aplica la piel lisa en lomo y puntas, y la tela es
sustituida por el papel de coco
A la alemana: Predominan dos variantes. En la primera el lomo y las puntas van
en badana, mientras que el resto del libro va cubierto con papel de coco. En el
segundo caso se aplica blanquillo en lomo y las puntas, mientras que el resto se
cubre igualmente con papel de coco.