3. Apaga el ordenador: si no vas a hacer uso de
tu equipo durante un tiempo prolongado y
este no está realizando ninguna función
mientras no estamos delante es conveniente
apagarlo. Ahorraremos energía y a lo largo
del mes unos cuantos pesos en nuestra
factura de la electricidad.
4. Olvídate del salvapantallas: si por el contrario tienes que
dejar la computadora realizando algún tipo de tarea o el
tiempo que estarás sin usarlo es poco como para apagarlo,
olvídate del salva pantallas: apaga la pantalla del
ordenador. Los salvapantallas pueden ser muy bonitos y
graciosos, pero muchas veces son poco útiles, gastan
energía innecesariamente y no tiene mucho sentido
tenerlo puesto, sobre todo si nadie lo puede ver. Es mejor
apagar el monitor y muy recomendable configurar el
administrador de energía de nuestro equipo para que se
apague pasados unos minutos, para evitar despistes.
5. Un buen mantenimiento es importante: esto sucede
sobre todo en los ordenadores sobremesa, aunque los
portátiles no se libran de ello tampoco: el polvo. Es muy
importante mantener el interior del ordenador limpio, con
el uso todas las piezas van cogiendo polvo y este puede
afectar al rendimiento del equipo. Por ejemplo, si nuestro
disipador se llena de polvo no hará su función
correctamente, la temperatura no bajará y el ventilador
trabajará más rápidamente, gastando energía. Limpiar el
interior del equipo de polvo de vez en cuando es muy bien,
no sólo ahorrará energía sino que el equipo sufrirá menos.
6. Apaga tus periféricos: desde hace un tiempo tenemos
existen periféricos inalámbricos, entre los que se
encuentran el ratón y el teclado. Estos funcionan con
baterías internas o con pilas y tienen la opción de
apagarlo. Durante la noche es recomendable apagarlo para
que deje de funcionar y así ahorrar algo de la batería que
tenga, seguro que las pilas te duran algo más y no tendrás
que comprar tan frecuentemente. Además, es muy molesto
cuando el ratón o teclado se queda sin pilas y comienza
a ignorar algunas de nuestras acciones.
7. Todo a una misma regleta eléctrica: es muy
recomendable tener una toma de corriente donde conectar
todos los elementos que forman nuestro equipo y que esta
se permita cortar la corriente (con el típico botón de
on/off). Cortando la corriente cuando no estemos usando
nuestro equipo nos aseguraremos que no se gasta nada de
energía, ya que algunos equipos mantienen algunos
elementos consumiendo energía -poca- como puede ser la
tarjeta de red. También servirá para ahorrarnos pequeños
sustos, si se produce una subida de tensión se puede
producir un corto y no sólo protegeremos nuestro equipo
sino que también reduciremos la posibilidad de incendios.
8.
9. La energía es la fuerza vital de nuestra sociedad. De ella
dependen la iluminación de interiores y exteriores, el
calentamiento y refrigeración de nuestras casas, el transporte de
personas y mercancías, la obtención de alimento y su
preparación, el funcionamiento de las fábricas, etc.
Hace poco más de un siglo las principales fuentes de energía eran
la fuerza de los animales y la de los hombres y el calor obtenido
al quemar la madera. El ingenio humano también había
desarrollado algunas máquinas con las que aprovechaba la fuerza
hidráulica para moler los cereales o preparar el hierro en las
ferrerías, o la fuerza del viento en los barcos de vela o los
molinos de viento. Pero la gran revolución vino con la máquina de
vapor, y desde entonces, el gran desarrollo de la industria y la
tecnología han cambiado, drásticamente, las fuentes de energía
que mueven la moderna sociedad. Ahora, el desarrollo de un
país está ligado a un creciente consumo de energía de
combustibles fósiles como el petróleo, carbón y gas natural.
10.
11. Los seres humanos nos hemos enfrentado
siempre al reto, teórico y práctico a la vez, de
aumentar nuestros conocimientos y de
transformar la realidad circundante y así hemos
ido acumulando saberes sobre el entorno en el
que vivimos. Este conjunto de conocimientos que
las personas tenemos sobre el mundo, así como
la actividad humana destinada a conseguirlos, es
lo que denominamos ciencia Decía Kant que una
de las mejores formas de alcanzar la liberación
del ser humano es a través del conocimiento,
esto se vuelve particularmente cierto en el caso
de la ciencia. Pues es la única llave cultural de
la que dispone la humanidad para librarse de los
grilletes de la superstición.
12.
El saber científico ha dado lugar a notables innovaciones
sumamente beneficiosas para la humanidad. La esperanza de
vida ha aumentado de manera considerable y se han descubierto
tratamientos para muchas enfermedades. La producción agrícola
se ha incrementado enormemente en muchos lugares del mundo
para atender las crecientes necesidades de la población. Está al
alcance de la humanidad el liberarse de los trabajos penosos
gracias al progreso tecnológico y a la explotación de nuevas
fuentes de energía, que también han permitido que surgiera una
gama compleja y cada vez mayor de productos y procedimientos
industriales. Las tecnologías basadas en nuevos métodos de
comunicación, tratamiento de la información e informática han
suscitado oportunidades y tareas sin precedentes para el
quehacer científico y para la sociedad en general. La
profundización ininterrumpida de los conocimientos científicos
sobre el origen, las funciones y la evolución del universo y de la
vida dota de la humanidad de enfoques conceptuales y
pragmáticos que ejercen una influencia profunda en su conducta
y sus perspectivas.
13.
Las ciencias se han constituido en la herramienta más
poderosa de adquisición de conocimiento para la
humanidad, capaz de aportar lo más parecido a la
verdad que nuestra especie puede alcanzar en cada
momento de su historia. Sin ciencia pura no hay
ciencia aplicada, sin ciencia aplicada no hay
tecnología. Y sin ciencias aplicadas y tecnologías
seguiríamos atascados en el pasado. Hubo un tiempo
en que ciencia, filosofía, religión (y política) fueron
indistinguibles. Tardamos bastante tiempo en
aprender a separar unas de otras, con mayores y
menores aciertos, pero al final fuimos capaces de
separar el trigo de la paja y quedarnos con lo que
funcionaba. Entre esas cosas que funcionan, la
ciencia alcanzó pronto un lugar central.