Las plantas de refinación de petróleo en Venezuela solo están operando al 8% de su capacidad total, procesando 55,000 barriles por día cuando deberían procesar 684,500 barriles. Dos plantas principales están paralizadas y solo dos plantas pequeñas están operando parcialmente, lo que ha causado un déficit del 79% en el consumo interno calculado. Debido a la baja producción, los ingresos por ventas han disminuido y los costos, incluidos los directos e indirectos, han aumentado para PDVSA