La evolución de la web se ha dividido en cuatro etapas: Web 1.0 permitía solo comunicación pasiva sin interacción; Web 2.0 posibilitó la interacción pero con riesgos de privacidad; Web 3.0 aumentó la interacción y facilitó ediciones pero requirió mayor cuidado de información; Web 4.0 propone una interacción más compleja y personalizada pero con mayores riesgos cibernéticos.