Un matrimonio con su hijo de 12 años y un burro viajan juntos para trabajar y conocer el mundo. Sin importar qué decisión tomen sobre quién monta al burro, la gente de cada pueblo los critica. Finalmente deciden que todos caminen junto al burro. La moraleja es que siempre habrá críticas y es mejor vivir siguiendo lo que dicte el corazón.