El documento describe las cuatro etapas de la gracia de Dios en nuestro desarrollo espiritual: 1) la gracia preveniente que nos prepara para escuchar el Evangelio, 2) la gracia salvadora que nos perdona al momento de la justificación, 3) la gracia santificadora que causa nuestro crecimiento espiritual, y 4) la gracia glorificadora que nos lleva a la perfección moral en Cristo. Además, enfatiza que toda nuestra vida espiritual es solo posible por la gracia de Dios.