El documento proporciona información sobre la vida y obra del escritor Robert Louis Stevenson. Nació en 1850 en Escocia y pasó largos períodos enfermo de niño, lo que desarrolló su imaginación. Escribió La isla del tesoro en 1881 para entretener a su hijastro, y la novela se ha convertido en un clásico que ha fascinado a generaciones. El documento también incluye resúmenes de la trama y opiniones de estudiantes sobre los personajes de John Silver y Jim.
En estas diapositivas les daré a conocer queridos amiguitos, que es una verdadera amistad en adolescentes, sus características , como encontrarla y saber diferenciar una amistad buena de una mala.
En estas diapositivas les daré a conocer queridos amiguitos, que es una verdadera amistad en adolescentes, sus características , como encontrarla y saber diferenciar una amistad buena de una mala.
Este libro es un relato inspirador, la ruta de acceso a esa vida con la que siempre has soñado.
La mayoría de los seres humanos tenemos una faceta creativa que casi nunca conseguimos -o no queremos- desarrollar, por motivos prácticos o personales. Gilbert defiende la necesidad de explorar esa faceta para alcanzar una existencia plena, para lo cual es necesario superar el miedo (a hacer el ridículo, a perder el tiempo, a no ser tomado en serio) y abrazar la parte mística e intangible de la inspiración.
Presentación sobre el análisis de la novela "Conacho" de Guillermo Ferrández, leída junto al autor en nuestro Club de Lectura de Adultos del IES Sofía Casanova, el 24 de febrero de 2015
Presentación realizada por nuestro compañero Daniel Iglesias Torrente para la sesión del Club de Lectura de Adultos del IES Sofía Casanova de Ferrol (27-I-15)
2. ROBERT LOUIS STEVENSON
Nació el 13 de noviembre de 1850 en Edimburgo
(Escocia), ciudad en la que creció y se educó.
Era propenso a contraer todo tipo de enfermedades y
pasaba semanas y hasta meses sin poder salir de casa.
Los frecuentes estados febriles y los muchos día
pasados en cama abrieron su imaginación a un
amplísimo mundo de ilusión en que entretenerse.
Stevenson plasmó los recuerdos de su niñez en el
Jardín de los versos de un niño, que escribió cumplidos
los treinta años.
3. La isla del tesoro
Stevenson empezó a escribir La isla del tesoro en una
localidad del norte de Escocia, en agosto de 1881, con el
título de El cocinero de a bordo.
Toda la familia participó en el entusiasmo por aquella
historia. Con ella, se propuso entretener a su hijastro,
Lloyd Osbourne, muchacho de 12 años.
Pero hizo mucho más: con su libro ha fascinado y
llenado los sueños de todas las generaciones que se
han sucedido. Y seguirá haciéndolo.
4. Argumento
El pequeño Jim Hawkins, sin apenas
proponérselo, descubre el mapa de
una isla con indicaciones del lugar en
que se halla enterrado el legendario
tesoro del capitán Flint.
A poco de embarcarse en su
búsqueda, Hawkins se ve envuelto en
la encarnizada lucha que enfrenta a
un grupo de marineros sediciosos y
sin escrúpulos con el bando de los
leales al capitán Smollet y al caballero
Trewlawney.
Pero sobre la trepidante acción que
entonces se desarrolla se imponen dos
personajes inolvidables: John Silver el
Largo, taimado y ambiguo, maestro
de la doblez, y el tierno Jim,
hechizado por la personalidad del
pirata.
5. Opiniones
“John Silver es un villano espléndido, imprevisible,
grandilocuente y peligroso, su probado ingenio y la relación
que llega a tener con Jim creo que hace que se merezca una
segunda oportunidad en la vida y así nos lo hace ver el
novelista pero también sería para continuar más adelante
una segunda parte de la historia, es lo que me hace pensar.”
(Nicole)
“Los momentos de mayor tensión del libro son cuando Jim
y su madre abren el cofre de Billy Bones, cuando a Jim se le
acerca el ciego Pew, cuando Jim en vez de encontrar a sus
amigos, se encuentra con los amotinados” (Laura)
“El autor deja escapar a Silver para darle originalidad a la
historia, ya que siempre los malos acaban encerrados o
muertos” (Aida)
6. Final alternativo por Daniela
El humo de la pipa se elevaba hacia el techo formando suaves remolinos de humo que no
tenían destino aparente.
Jim observó con recelo las cuatro paredes de la habitación. Desde que había heredado la
taberna solo podía fumar a escondidas. A Katrina no le gustaba el humo y le obligaba a
fumar en aquel cuartito.
Quería a Katrina. Se casó con ella porque la quería, pero desde el viaje nunca volvió a ser el
mismo. Pasaba la mayor parte del día rememorando aquellas hazañas y preguntándose
dónde estaría John Silver.
Se había levantado con un presentimiento y este no le abandonaba. Sabía que estaba
nervioso y que Katrina se daría cuenta, así que procuraba evitarla lo máximo posible para
no preocuparla.
Apagó la pipa y abandonó el cuarto antes de que notaran que no estaba. Bajó las escaleras y
enseguida notó una inquietud y jaleo en la taberna. Cruzó el pasillo y llegó a la barra.
Katrina estaba allí y parecía asustada, miró en su dirección y lo vio.
Seguí teniendo la pierna amputada, pero ya no era el hombre alto y fuerte que había
conocido. Ahora iba encorvado y le costaba permanecer en pie, pero sus ojos seguían
manteniendo la autoridad de siempre. Iba silbando como cuando lo había conocido.
7. Final alternativo por Daniela
Se acercó a él y aún estaba a medio metro, cuando el viejo lobo de mar, gritó:
- ¡Eh, Jim, viejo amigo, cuánto tiempo! ¡Parece que fue ayer cuando recorrimos
juntos el mar!
Jim se paró en seco y se sentó cerca de él, mirándolo con detenimiento:
- Los años pasan para todos, Silver…
John Silver lo miró colérico, luego mudó su expresión y bajó la cabeza:
- Jim, siempre tuviste razón y sigues teniéndola.
- No siempre. Pero creo saber por qué estás aquí, después de tanto tiempo.
Volvió a mirarlo, esta vez tenía los ojos húmedos.
- Puede que pensara que si volvía a verte, volvería a ser yo…
- No , Silver, yo ya no soy el mismo y tú tampoco. La vida pasa y tienes que pasar
con ella.
- ¡Me he hecho viejo! ¡Qué demonios! Voy a disfrutar del resto de mi tiempo.
Jim se alejó de él, sonriendo. No, en el fondo nada había cambiado. Allí seguía
bebiendo cuando anocheció. Le gustó haber vuelto a ver a aquel pirata, tal vez
no fuera la última vez.